El Motorola Razr no tiene ranura para tarjeta SIM, y otras curiosidades del nuevo móvil plegable
Probablemente hubiera tomado por loco a quien hace un año dijese que el móvil plegable más interesante de 2019 vendría de la mano de Motorola. Y sin embargo, aquí estamos, a punto de cerrar el año, y con una nueva generación de la histórica serie Motorola Razr recién anunciada
La californiana se ha sacado de la manga uno de los teléfonos más llamativos del año, combinando innovación y nostalgia a partes iguales para acabar creando un terminal que, si bien se hará esperar hasta inicios de 2020, ya ha conseguido llamar la atención del mundo del mismo modo que los Galaxy Fold y Huawei Mate X lo hicieron en su momento, pese a encontrarse Motorola en una situación muy distinta a la primera y segunda marca de móviles a nivel mundial.
Pero el nuevo Razr no solo llama la atención por lo que se ve a simple vista. El nuevo concepto de Motorola esconde algún que otro secreto que podría haber pasado desapercibido entre el tsunami de información sobre el dispositivo con el que hoy hemos amanecido, pero que sin duda merece la pena tener en mente antes de su llegada en enero del próximo año.
En lo nuevo de Motorola no hay hueco para la tarjeta SIM
Era solo cuestión de tiempo. Aunque el despliegue de la tecnología eSIM no ha sido todo lo veloz que nos hubiera gustado, poco a poco fabricantes y operadoras avanzan en la idea de prescindir por completo de las pequeñas tarjetas intercambiables que nos llevan acompañando desde hace décadas.
Motorola, por su parte, ha realizado uno de los movimientos más atrevidos en este sentido: como afirman en AndroidAuthority, el nuevo Razr carece por completo de ranura para tarjeta SIM, y solamente será posible utilizar el chip eSIM integrado en su placa base.
El nuevo terminal de Motorola no es el primero en adoptar la eSIM, ni mucho menos. Otros teléfonos como los Google Pixel 3, Pixel 4 o los últimos modelos de iPhone ya incluyen esta tecnología. Sí es, en cambio, el primer smartphone en ofrecer únicamente esta tecnología.
Si esta es, o no, una decisión acertada me temo que lo dirá el tiempo. No obstante, dado que en un principio el teléfono solo estará disponible en Estados Unidos de la mano de la operadora Verizon --que por supuesto, ofrece el servicio de eSIM a sus clientes--, la carencia de ranura para SIM no debería suponer un problema. Habrá que ver si esto cambia una vez el Razr atraviese las fronteras estadounidenses y acabe llegando al resto de regiones.
Un diseño icónico, de la mano de su diseñador original
El diseñador Paul Pierce fue el encargado, hace 15 años, de liderar el proceso de diseño del Motorola Razr V3 original. Y en esta ocasión, como cuentan en La Nación, Motorola ha vuelto a confiar en Pierce para desarrollar el aspecto físico de su móvil más innovador y tecnológicamente avanzado hasta la fecha.
Y lo cierto es que el resultado, al menos a simple vista, parece inmejorable. Paul Pierce y su equipo han logrado mantener a la perfección la esencia del Razr original --incluso el sonido al cerrar la tapa recuerda al del modelo de 2004--, a la vez que se introducen técnicas de fabricación nunca vistas, como es el caso del mecanismo de su bisagra central:
A modo de curiosidad, comentar que el propio Pierce también estuvo presente en el desarrollo del diseño de terminales como el primero de los Moto X y el reloj Moto 360 con Android Wear.
Aquí no hay arrugas
Uno de los aspectos más criticados de otros plegables, especialmente el Galaxy Fold, es la "arruga" que aparece en la parte central de su pantalla debido a la decisión de Samsung de no "estirar" el panel de plástico que cubre el panel por completo.
Motorola, en cambio, ha sido capaz de obtener una superficie de pantalla totalmente lisa y sin arrugas, gracias al mecanismo de bisagra utilizado para dividir las dos partes de su chasis.
Auriculares con sello Razr y una caja futurista
Como el modelo original, el nuevo Motorola Razr llega con el objetivo de dar esa imagen de móvil premium y lujoso que, por otro lado, hacía tiempo que no veíamos en un móvil de la marca. Y más allá de un precio de 1.500 dólares que lo catapulta a lo más alto del mercado, el Razr introduce algunos extras como unos auriculares USB Tipo C con el sello de Razr, o un packaging de lo más curioso y futurista, con una caja que incluso actúa como amplificador para el altavoz del teléfono:
Limitaciones por culpa de un diseño extradelgado
Tanto ha intentado Motorola trabajar en recuperar la esencia del Razr original, que incluso ha conseguido construir un teléfono cuyo cuerpo, cuando se encuentra "cerrado", es exactamente igual de grueso que el modelo de 2004. Esto se traduce en una extrema delgadez una vez su pantalla principal queda desplegada, que cómo no, conlleva algunas desventajas con las que la firma ya ha tenido que lidiar en el pasado.
Según la compañía, al ofrecer un diseño de poco más de 7 milímetros de grosor, se ha visto forzada a introducir una sola cámara principal, de 16 megapíxeles de resolución. Simplemente no había espacio suficiente para un módulo de mayor tamaño, y por ende de mejor calidad.
Lo mismo sucede con su batería: los 2.800 mAh del Pixel 4 parecen una cifra generosa cuando los comparamos con los poco más de 2.500 mAh de la batería del Razr, sobre todo cuando caemos en la cuenta de que ésta debe dar energía suficiente a dos pantallas distintas.
Puede que no sea el móvil más equilibrado, mucho menos por los 1.500 dólares que costará en su salida. Pero es sin duda de alabar el trabajo llevado a cabo por Motorola a la hora de construir este teléfono, más aún después de años de terminales carentes de originalidad. Y más admirable aún es el hecho de que la misma Motorola haya sido la encargada de lanzar uno de los móviles más llamativos del año.
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