REDMAGIC 11 Pro, análisis: la bestia con refrigeración líquida y 7.500 mAh que no es de este mundo

Hemos probado la última generación del smartphone gaming definitivo: análisis a fondo del REDMAGIC 11 Pro

REDMAGIC 11 Pro, análisis: la bestia con refrigeración líquida y 7.500 mAh que no es de este mundo
El REDMAGIC 11 Pro en color plateado, con su sistema de refrigeración líquida visible / Fotografía de Christian Collado
Publicado en Móviles chinos

Tengo que reconocer que, durante los más de 10 años que llevo probando móviles de decenas de marcas (algunas que ya ni existen) he desarrollado una relación de amor-odio con una categoría de producto muy específica: la de los "móviles gaming". Una familia de dispositivos que, en mi opinión, a menudo ha confundido el "alto rendimiento" con el "exceso estético".

Hemos visto teléfonos que parecían naves espaciales, con luces RGB que harían sonrojar a un árbol de Navidad y un software que parecía diseñado por un adolescente en plena sobredosis de cafeína. Eran potentes, sí, pero también eran, en su mayoría, productos desequilibrados, casi paródicos. Sacrificaban todo —la cámara, la elegancia, la experiencia de usuario— en el altar de los benchmarks.

Y en medio de esa ruidosa categoría, siempre ha habido un rey. Un rey que sí ha conseguido desarrollar una evolución positiva con sus productos generación tras generación: REDMAGIC.

Año tras año, esta marca ha liderado el nicho, perfeccionando una fórmula que no busca gustar a todo el mundo, sino ser la mejor para un público muy concreto. Y ahora, tengo sobre mi mesa el que es, sin ningún género de dudas, el dispositivo más extremo, ambicioso y absurdamente potente que jamás han creado. Es el REDMAGIC 11 Pro.

Llevo varias semanas conviviendo con él, y la experiencia ha sido un viaje fascinante. Es un teléfono que rompe moldes. Es el primer smartphone del mercado en integrar un sistema de refrigeración líquida activa, no una simple cámara de vapor. Alberga en su interior una batería indecente de 7.500 mAh en un chasis insultantemente delgado. Y equipa un procesador que, por fin, mira de tú a tú a lo mejor de Apple.

Pero es también un teléfono de nicho, un monstruo lleno de contradicciones, con un software que es a la vez brillante y caótico, y una cámara que sigue siendo el peaje a pagar por la excelencia en el rendimiento. No es un teléfono para todo el mundo. De hecho, es para casi nadie. Pero para ese 1% que busca la máquina de juego portátil definitiva, el REDMAGIC 11 Pro no es solo la mejor opción; es, probablemente, la única que existe.

+ Pros

  • Diseño único, creado para disfrutar al máximo del juego
  • Una enorme pantalla sin recortes de gran calidad
  • El rendimiento es increíble
  • La autonomía no es de este mundo

- Contras

  • La experiencia de software deja que desear
  • El apartado fotográfico sigue estando por detrás de modelos del mismo precio
  • Sin soporte para eSIM
84Sobre 100

Ficha técnica de características

REDMAGIC 11 Pro
Especificaciones y características técnicas
Dimensiones163,8 x 76,5 x 8,9 (mm)
Peso230 (g)
Pantalla6,85 pulgadas AMOLED LTPO 1B Colors, 144 Hz, 2.592 Hz PWM, 2.000 nits (pico)
Densidad de píxelesFHD+ (2.688 x 1.216 píxeles), 431 PPP
ProcesadorQualcomm Snapdragon 8 Elite Gen 5, octa-core @ 4,6 GHz, GPU Adreno 840
RAM12 GB / 16 GB / 24 GB (LPDDR5T)
Almacenamiento256 GB / 512 GB / 1 TB (UFS 4.1 Pro)
Sistema operativoAndroid 16 con REDMAGIC OS 11
Conectividad5G con doble SIM
Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac/6e/7, tri-banda
Bluetooth 5.4 LE
aGPS + GLONASS + BDS + GALILEO
NFC
Puerto IR
USB v3.2 tipo-C, OTG, DisplayPort
Audio-jack 3,5 mm
Cámara frontal16 MP (wide) f/2.0, 'under-display', vídeo FHD@30/60fps
Cámara principalPrincipal: 50 MP (wide) f/1.9, 1/1.55", PDAF, OIS
Ultra gran angular: 50 MP (ultrawide) f/2.2, 1/2.88"
Auxiliar: 2 MP (macro) f/2.4
HDR, Flash LED, vídeo 8K@30fps con gyro-EIS
Batería7.500 mAh (no extraíble)
Carga rápida 120 W e inalámbrica 80 W
OtrosChasis de aluminio aeronáutico y vidrio templado químicamente
Refrigerador activo integrado (ventilador)
Sistema de refrigeración líquida (según versiones)
Certificación IPx8
Lector de huellas dactilares integrado (ultrasónico)
Gatillos de presión para videojuegos (520 Hz)

Precio del REDMAGIC 11 Pro y dónde comprarlo

En España, el REDMAGIC 11 Pro tiene un precio que partes desde 699 euros en su variante más básica. El modelo que he podido probar, con 16 GB de memoria RAM y 512 GB de almacenamiento, en color plateado con trasera transparente, tiene un precio de 839 euros en España. Se puede comprar a través de la tienda online oficial de la marca, y de otros canales de distribución autorizados, como Amazon.

REDMAGIC 11 Pro

Un diseño que madura: la belleza de la ingeniería (y un ventilador)

DETALLE DE LA PARTE TRASERA DEL REDMAGIC 11 PRO

La llamativa parte trasera del REDMAGIC 11 Pro / Fotografía de Christian Collado

Si has visto un REDMAGIC en los últimos tres años, el diseño del 11 Pro te resultará familiar. La marca ha encontrado su lenguaje y se mantiene fiel a él. Es un monolito de cristal y metal, un rectángulo casi perfecto con bordes planos de aluminio de grado de aviación que le dan un agarre firme y una sensación de robustez industrial. La estética "gaming" sigue presente, pero he notado una madurez, una contención que, sinceramente, le sienta de maravilla.

Las luces LED RGB siguen ahí, por supuesto, pero ahora son mucho más sutiles. Se limitan a un par de detalles en la trasera y a los números de los gatillos táctiles.

La unidad que he estado probando es la "semi-transparente" en color plateado, y es aquí donde el diseño se convierte en una declaración de intenciones. La trasera de cristal te permite ver el rasgo más característico del dispositivo. Y es que no es un simple adorno estético como hemos visto en otras marcas. Lo que ves es funcional. El gran protagonista es un circuito de refrigeración líquida visible, un tubo circular por el que fluye un líquido refrigerante de un intenso color azul. No es un dibujo, no es una pegatina: es el sistema de refrigeración real. Verlo en acción, saber que ese líquido está circulando activamente para enfriar la bestia que lleva dentro, es una gozada para cualquier geek.

REFRIGERACION LIQUIDA

Primer plano del módulo de refrigeración líquida / Fotografía de Christian Collado

Pero la decisión de diseño que más aplaudo, la que para mí marca un salto de gigante en usabilidad y durabilidad, es que el módulo de cámaras está completamente enrasado. En un 2025 donde el resto de buques insignia tienen "islas" de cámara que parecen cordilleras, el REDMAGIC 11 Pro presenta una trasera de vidrio completamente plana. Esto no solo es un logro de empaquetado (meter esos sensores, esa batería y esa refrigeración sin que nada sobresalga es brujería), sino que es increíblemente práctico. El teléfono no baila sobre la mesa. No acumula polvo en los bordes del módulo. Y la probabilidad de que una caída golpee directamente las lentes se reduce drásticamente.

Por supuesto, esta filosofía de "rendimiento por encima de todo" tiene sus peajes. El REDMAGIC 11 Pro tiene rejillas de ventilación visibles en los laterales. Sí, agujeros. Por aquí entra y sale el aire que mueve su ventilador interno. Esto significa que no es tan resistente al polvo o al agua como otros modelos. Este teléfono no está hecho para nadar, está hecho para jugar.

REDMAGIC 11 PRO INFERIOR

Detalle de la parte trasera inferior del REDMAGIC 11 Pro / Fotografía de Christian Collado

Y para ello, mantiene los que siguen siendo los mejores gatillos táctiles laterales del mercado. Con una frecuencia de muestreo de 520 Hz, son increíblemente precisos y, sobre todo, personalizables. Para cualquier juego de disparos, suponen una ventaja competitiva tan grande que roza la trampa.

La pantalla perfecta para jugar (y para todo lo demás)

PANTALLA ENCENDIDA

La enorme pantalla del REDMAGIC 11 Pro, totalmente libre de recortes / Fotografía de Christian Collado

Encendemos el dispositivo y nos encontramos con la segunda gran alegría de este terminal. Una espectacular pantalla de 6,85 pulgadas que, por enésimo año consecutivo, REDMAGIC ha decidido mantener libre de cualquier tipo de recorte, agujero o notch.

Es una decisión valiente y que aplaudo con todas mis fuerzas. La cámara delantera está oculta bajo el panel, y aunque más adelante veremos el peaje que esto supone a nivel fotográfico, la experiencia de usuario que proporciona es inigualable. Jugar, ver una película o simplemente navegar por la interfaz en una pantalla ininterrumpida, simétrica y que ocupa el 95.3% del frontal es una auténtica delicia.

El panel en sí es de una calidad sobresaliente. Es un panel AMOLED fabricado por BOE con el nuevo material X10, que promete una mayor eficiencia energética y un brillo superior. La resolución, de 1216 x 2688 píxeles, ofrece una nitidez fantástica, y la tasa de refresco es variable, moviéndose entre 1 Hz y 120 Hz en el uso normal, pero siendo capaz de escalar hasta los 144 Hz en juegos compatibles.

El brillo máximo, de unos 2000 nits, es más que suficiente para ver la pantalla perfectamente incluso bajo la luz directa del sol. Los colores son vibrantes, los ángulos de visión son perfectos y la respuesta táctil, gracias al nuevo chip de Synaptics, es instantánea, con una frecuencia de muestreo táctil de 360 Hz que hace que cada toque se registre con una precisión milimétrica.

Es, sin rodeos, una pantalla perfecta para su cometido. Es rápida, inmersiva y brillante. No se le puede pedir más.

Rendimiento: la bestia que domó al Snapdragon (y a la física)

PROCESADOR

El móvil esconde en su interior la última generación del procesador estrella de Qualcomm / Fotografía de Christian Collado

Llegamos al corazón del REDMAGIC 11 Pro. La razón por la que este teléfono existe. Y no me andaré con rodeos: este es, sin ningún tipo de duda, el smartphone Android más potente que he probado en mi vida. Y no solo por su potencia bruta, sino por algo mucho más importante: su rendimiento sostenido.

En su interior late el nuevo Snapdragon 8 Elite Gen 5, el último y más potente procesador de Qualcomm. Es un chip que, en pruebas de rendimiento bruto, he podido comprobar que se sitúa al nivel del A19 Pro del iPhone 17 Pro, lo cual es mucho decir. Las puntuaciones en benchmarks son una auténtica barbaridad, superando los 4,3 millones de puntos en AnTuTu.

Pero como siempre digo, los benchmarks no sirven de nada si la experiencia de usuario no está a la altura. El flagship de cualquier marca puede dar una puntuación altísima durante 60 segundos, antes de entrar en thermal throttling y convertirse en una tostadora con una fracción de su potencia. La verdadera prueba de fuego es jugar.

He sometido al REDMAGIC 11 Pro a sesiones maratonianas de los juegos más exigentes de la Play Store. He jugado a Wuthering Waves con los gráficos en "Ultra" a 90 FPS. He jugado a Genshin Impact con todo al máximo. He jugado a Arena Breakout con el ray tracing activado. Y el resultado es algo que nunca había visto en un móvil.

El rendimiento es prácticamente una línea recta. No hay caídas de frames, no hay tirones, no hay stuttering. El teléfono es capaz de mantener un rendimiento máximo de forma constante durante horas. ¿El secreto? El sistema de refrigeración más avanzado y demencial que se ha montado jamás en un smartphone.

El primer sistema de refrigeración líquida activa del mundo

Refrigeracion liquida en movimiento

Así se ve el módulo de refrigeración líquida del REDMAGIC 11 Pro cuando está en movimiento / Fotografía de Christian Collado

Lo que REDMAGIC ha metido dentro de este teléfono es ingeniería de PC de alta gama. Es el primer móvil del mercado con un sistema dual de refrigeración líquida y de aire. Y no, no es una "cámara de vapor" más grande, que es lo que otros llaman "refrigeración líquida".

Estamos hablando de un circuito de refrigeración líquida activa real. Utiliza un líquido fluorado similar al que se usa en los servidores de IA, que fluye a través de un tubo que hemos visto en la trasera. Y lo más increíble: este líquido se mueve gracias a una micro-bomba cerámica de 0,85 mm. Es la primera vez que vemos una bomba de líquido activa en un teléfono de producción masiva.

Pero eso no es todo. A este sistema líquido se le suma la refrigeración por aire. El teléfono cuenta con un ventilador centrífugo Turbo Fan 4.0 mejorado, que gira a 24.000 rpm. Este ventilador, que podemos activar y controlar manualmente, tiene sus propias rejillas de entrada y salida, creando un flujo de aire activo que expulsa el calor del interior del dispositivo.

Y por si fuera poco, a esto se le suma un sistema 4D Cooler VC y Liquid Metal 3.0. Es, sencillamente, el sistema de refrigeración más sobredimensionado y efectivo que existe.

¿El resultado en la práctica? Tras una hora de juego intensivo, el teléfono está... tibio. Donde un Galaxy S25 Ultra o un iPhone 17 Pro estarían ardiendo y funcionando a la mitad de su potencia, el REDMAGIC 11 Pro sigue pidiendo más.

¿La pega? El ventilador es ruidoso. Cuando lo pones al máximo, se escucha. Es un silbido agudo, como un pequeño secador de pelo. ¿Es molesto? Si juegas en silencio en una biblioteca, sí. Si juegas en el sofá con el sonido del juego o, mejor aún, con auriculares conectados por cable a su puerto minijack de 3,5 milímetros, ni te enteras. Y el beneficio en rendimiento que obtienes a cambio es tan abismal que el ruido se perdona al instante.

Un software completísimo, pero que sigue necesitando un traductor

BORDE LATERAL

El borde lateral del REDMAGIC 11 Pro, con su "Game Mode" como gran protagonista / Fotografía de Christian Collado

Si el hardware de este teléfono es un 10 sobre 10, el software es donde, un año más, encontramos los "peros". El REDMAGIC 11 Pro corre sobre REDMAGIC OS 11, basado en Android 16, y es una de las capas de personalización más completas y, a la vez, caóticas que existen.

No me malinterpretéis: el software es increíblemente potente. Y es estable. Pero está recargado. La estética "gamer" lo inunda todo: iconos angulosos, menús complejos, tipografías agresivas... es una interfaz que no busca la elegancia, sino la funcionalidad extrema.

El corazón de la experiencia es el "Game Space", que se activa con un interruptor físico lateral de color rojo. Al entrar, el teléfono se transforma en una consola. Aquí es donde la bestia se desata. Tienes un control granular sobre absolutamente todo: puedes mapear los gatillos táctiles para cada juego, ajustar la velocidad del ventilador y la refrigeración líquida, monitorizar los FPS, la temperatura y el uso de la CPU/GPU en tiempo real, aplicar filtros de pantalla, grabar partidas, e incluso configurar macros.

La cantidad de funciones es abrumadora. Y ese es, en parte, el problema. Hay opciones y herramientas por todas partes. Y, un año más, el software sufre de traducciones mal hechas o, directamente, de textos que se han quedado en inglés o en chino. En un menú de ajustes, encontrarte con un "Save" en lugar de "Guardar" o con una descripción técnica mal traducida te saca de esa experiencia premium que el hardware se esfuerza tanto en construir.

También hay una cantidad considerable de bloatware: aplicaciones y herramientas preinstaladas que no aportan demasiado valor y que ensucian la experiencia.

En cuanto al soporte, REDMAGIC promete 3 años de actualizaciones de sistema operativo y 5 de parches de seguridad. No es el referente del mercado (Google y Samsung ya van por 7), pero es una política sólida que te asegura una vida útil más que decente.

En definitiva, el software del REDMAGIC 11 Pro es como el salpicadero de un coche de Fórmula 1: tienes mil botones y palancas, y si sabes lo que haces, puedes volar. Pero si vienes de la simplicidad de un iPhone o un Pixel, te vas a sentir abrumado, y la falta de refinamiento te va a chocar.

La batería que no tiene sentido: 7.500 mAh en 8 mm

REDMAGIC 11 Pro trasera

La parte trasera del REDMAGIC 11 Pro / Fotografía de Christian Collado

Y llegamos al segundo pilar de este teléfono. El que, junto al rendimiento, lo eleva a una categoría mítica. La batería. REDMAGIC ha metido 7.500 mAh de capacidad en un chasis de solo 8 milímetros de grosor.

Repito: 7.500 mAh. En 8 milímetros.

No sé qué clase de magia negra o de pacto con el diablo han hecho los ingenieros de REDMAGIC, pero es una auténtica oda a la ingeniería. Es casi el doble de la batería de un iPhone 17 Pro, en un cuerpo que apenas es más grueso.

El resultado en el día a día es el que te puedes imaginar: es un teléfono que se niega a morir. Con un uso ligero o moderado, he alcanzado los dos días de autonomía sin el más mínimo esfuerzo. He llegado al final del segundo día con un 20% de batería restante, una cifra que, para un flagship moderno (salvo excepciones contadas), parece ciencia ficción.

Pero este teléfono no está hecho para un "uso ligero". Está hecho para jugar. Y aquí es donde la batería brilla. Puedes jugar sesiones de más de 4 o 5 horas seguidas sin que la batería se resienta de forma dramática. Es el primer teléfono con el que puedes salir de casa, jugar un par de horas en el tren, usarlo durante el día y volver por la noche sin haber sufrido "ansiedad por el enchufe".

La autonomía es tan buena que solo se me ocurre un competidor que pueda plantarle cara: el OPPO Find X9 Pro, que con su procesador Dimensity 9500 (quizás algo más eficiente) y una batería de la misma capacidad, podría igualarlo. Pero en el universo Snapdragon, el REDMAGIC 11 Pro es el rey indiscutible.

Y para rematar la jugada, cuando por fin consigues agotar esta monstruosa batería, la carga rápida está a la altura. El teléfono es compatible con carga por cable de 180 W. Esto significa que, a pesar de su enorme capacidad, puedes cargarlo del 0 al 100% en unos 50. Sin embargo, probablemente debido a la inclusión del sistema de refrigeración líquida, no hay rastro de soporte para carga inalámbrica.

Las cámaras: el peaje que (casi) estás dispuesto a pagar

REDMAGIC 11 Pro, análisis: la bestia con refrigeración líquida y 7.500 mAh que no es de este mundo

El módulo de cámaras del REDMAGIC 11 Pro / Fotografía de Christian Collado

Y llegamos al sacrificio. La asignatura pendiente de todo móvil gaming. La cámara.

Si vienes de un iPhone, un Pixel o un Galaxy S Ultra, y la fotografía es una de tus prioridades, deja de leer. Este no es tu móvil. El sistema de cámaras del REDMAGIC 11 Pro no ha venido a ganar ningún premio.

Dicho esto, he de reconocer que ya no es el desastre que era en las primeras generaciones. El teléfono se defiende lo suficientemente bien para un uso esporádico. El sistema está compuesto por una cámara principal de 50 megapíxeles y un ultra gran angular, también de 50 megapíxeles.

En buenas condiciones de luz, la cámara principal es... correcta. Saca fotos usables, con un detalle decente y colores algo saturados, pero perfectamente válidas para redes sociales. El ultra gran angular de 50 MP es un añadido de agradecer, ya que ofrece una versatilidad que viene bien.

La ausencia de un teleobjetivo es un punto negativo, sí, pero es un recorte entendible. En un teléfono de 699 euros que prioriza la refrigeración líquida y una batería de 7.500 mAh, no se puede tener todo.

El verdadero problema, la cámara que sí es "mala" sin paliativos, es la cámara delantera. Y es mala por la misma razón por la que la pantalla es tan buena: está escondida bajo el panel. La tecnología de cámaras bajo la pantalla (UDC) ha mejorado, pero sigue estando a años luz de un sensor tradicional. Las fotos salen borrosas, con un aspecto "velado" o "fantasmagórico", y el procesado de la piel es terrible. Sirve para una videollamada de emergencia, y poco más. Es el peaje a pagar por esa pantalla inmersiva perfecta.

En cuanto al vídeo, es correcto. Puedes grabar en 4K a 30 FPS con una calidad decente y una buena estabilización. El modo 8K está ahí, pero es innecesario y, francamente, no ofrece un buen resultado.

Conclusión: ¿vale la pena el REDMAGIC 11 Pro?

TRASERA DEL REDMAGIC 11 PRO TRANSPARENTE

El REDMAGIC 11 Pro es un teléfono único. Para lo bueno, y para lo malo / Fotografía de Christian Collado

Llego al final de este análisis con una conclusión rotunda. El REDMAGIC 11 Pro es un teléfono absolutamente fascinante. Es un dispositivo que ha cogido la palabra "rendimiento" y la ha llevado a un extremo que el resto de la industria ni siquiera se atreve a soñar.

Su rendimiento sostenido gracias a la refrigeración líquida activa es algo que nunca había visto. Su batería de 7.500 mAh es, sencillamente, una liberación. Y su pantalla sin interrupciones es un placer para la vista.

Pero el REDMAGIC 11 Pro no es un smartphone; es una consola portátil con Android. Es un dispositivo de nicho, diseñado para un usuario que valora los frames per second por encima de la calidad de un selfie, y que prefiere tener un control absoluto sobre su hardware (ventiladores, CPU) a tener un software refinado y elegante.

Como viene sucediendo desde el principio de esta serie, es un teléfono que no te va a conquistar por su cámara, ni por el refinamiento de su software. Si vienes de un iPhone, un Pixel o un Samsung, la experiencia te va a chocar.

Pero... ¿y si eres ese nicho? ¿Y si lo que buscas es, simple y llanamente, la bestia definitiva para jugar durante horas sin que el rendimiento o la autonomía sean un problema?

Aquí es donde entra en juego el precio. Con un coste de partida de 699 euros, el REDMAGIC 11 Pro no es solo una buena opción; es un auténtico regalo. Por el precio de un gama media-premium, te llevas un rendimiento que humilla a teléfonos que cuestan el doble, una batería que dura el doble y una tecnología de refrigeración que no existe en ningún otro lugar.

Es un teléfono que no puedo recomendar a mi madre, ni a mi pareja, ni a la mayoría de mis amigos. Pero para ese gamer que sabe exactamente lo que quiere, para esa persona que busca la máquina de rendimiento definitiva, el REDMAGIC 11 Pro no es solo el mejor teléfono del año. Es, probablemente, el único que existe.

Este dispositivo ha sido analizado de forma independiente gracias a una cesión por parte de la marca. El artículo contiene enlaces de compra por los que Andro4all podría percibir una comisión. Únete al canal de chollos de Andro4all para enterarte de las mejores ofertas antes que nadie.

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