Los robotaxis más lujosos que vas a ver están (por supuesto) en Abu Dabi

Mercedes estrena en Abu Dabi una flota de Clase S autónomos de Nivel 4, utilizando tecnología china para eliminar al conductor en zonas acotadas

Los robotaxis más lujosos que vas a ver están (por supuesto) en Abu Dabi
Los vehículos utilizan LiDAR y radares para operar sin supervisión humana, vendiendo la privacidad total como el nuevo estándar del lujo
Publicado en Movilidad
Por por Sergio Agudo

Mercedes-Benz se ha llevado su buque insignia a los Emiratos para convertirlo en el taxi más caro del mundo. La marca alemana ha lanzado en Abu Dabi una flota de vehículos Clase S totalmente autónomos, transformando el transporte en una burbuja de aislamiento absoluto. No se trata de un piloto de laboratorio, sino de un servicio real que parece diseñado para eliminar el factor humano de la ecuación, vendiendo la idea de que el verdadero lujo es no tener que dirigirle la palabra al conductor.

La información llega desde ArenaEV, donde leemos que el sistema opera con un Nivel 4 de autonomía. Esto significa que el coche se encarga de todo dentro de una zona acotada. Para lograrlo, Mercedes ha tenido que aliarse con la china Momenta para el software y con la local Lumo para la operación, creando un híbrido tecnológico curioso entre ingeniería alemana e inteligencia artificial asiática.

Un chófer invisible armado con láseres

El despliegue técnico para que esto no acabe en accidente es considerable. Los vehículos montan una combinación redundante de LiDAR, radares y cámaras que generan un mapa 3D constante del entorno. Todo esto se gestiona desde el sistema operativo propio MB.OS, que actúa como cerebro central conectando los sensores con la nube para tomar decisiones en milisegundos sin necesidad de intervención humana.

Es importante matizar qué significa realmente ese Nivel 4. A diferencia del Nivel 3, donde el coche te pide que tomes el volante si la situación se complica, aquí el vehículo debe ser capaz de resolver problemas por sí mismo o detenerse de forma segura. Eso sí, sigue estando limitado por geovallado, es decir, solo funciona en zonas muy concretas y cartografiadas al milímetro de la ciudad.

Abu Dabi se ha convertido en el patio de recreo perfecto para estas pruebas gracias a una regulación muy laxa. Allí ya operan otros servicios similares, como el de Uber, que insiste con sus robotaxis pese a los problemas del pasado. Mercedes no quiere competir en el mismo segmento, sino que va directo a por lo más alto, vendiendo tiempo libre para trabajar o descansar mientras el coche se pelea con el tráfico.

La estrategia es radicalmente opuesta a la de Tesla y sus pruebas supervisadas, que dependen solo de cámaras y requieren atención constante. Aquí la apuesta por la seguridad certificada añade otra capa de protección, aunque eso dispare el coste del vehículo. También es una vía distinta a la colaboración masiva de Foxconn y NVIDIA para robotaxis, manteniendo un control más férreo sobre el producto final.

De momento, esto queda lejos de ser una solución de movilidad masiva: es un servicio premium en un entorno controlado y muy rico. Faltan datos independientes sobre incidentes o intervenciones reales del sistema para saber si es viable exportarlo a ciudades europeas caóticas, pero marca el camino de Mercedes: convertir el coche en una sala de estar rodante donde conducir sea opcional.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!