Ni pequeño ni urbano: el BMW i3 renace como una berlina de 900 km para destronar al Tesla Model 3
La firma alemana se prepara para dar a conocer la renovación del i3, el que fuera uno de sus primeros coches 100% eléctricos
Si te digo "BMW i3", probablemente te venga a la mente aquel huevo futurista de fibra de carbono, con ruedas de bicicleta y puertas suicidas, que parecía sacado de una película de ciencia ficción de los 2000. Fue un pionero, un gadget con ruedas incomprendido que se adelantó a su época. Pero olvídalo. Borra esa imagen de tu cabeza.
El nombre vuelve, pero el concepto ha cambiado radicalmente.
BMW acaba de confirmar lo que era un secreto a voces en la industria: el nuevo BMW i3 no será un coche urbano para ir a comprar el pan. Será una berlina eléctrica seria, tecnológica y masiva, diseñada con un único objetivo en el punto de mira: hacer que el Tesla Model 3 parezca tecnología del pasado. Y para lograrlo, los bávaros han puesto sobre la mesa una cifra que marea: 900 kilómetros de autonomía.
El corazón de Múnich ya late en eléctrico
La noticia no es solo el coche, es dónde se fabrica. BMW ha terminado de transformar su histórica planta de Múnich. No es una fábrica cualquiera; es el hogar espiritual de la marca. Durante los últimos 18 meses, han desmantelado naves antiguas y levantado nuevas líneas de ensamblaje mientras seguían fabricando 1.000 unidades diarias de los Serie 3 y 4 de combustión.
A partir de enero de 2026, los primeros modelos de pre-serie del nuevo i3 empezarán a salir de estas líneas. La producción en masa llegará en el segundo semestre de 2026.
Esto es importante porque simboliza el cambio de era. El antiguo i3 se fabricaba como un experimento; el nuevo i3 se fabricará en el mismo lugar y con la misma importancia que el legendario Serie 3. Es la llegada definitiva de la plataforma Neue Klasse (Nueva Clase), la arquitectura sobre la que BMW va a cimentar su futuro digital y eléctrico, comenzando por el nuevo iX3 que, solo unos meses después de haber sido anunciado en sociedad, ya está rompiendo récords de autonomía.
900 km: el fin de la ansiedad por la autonomía
Hablemos de tecnología, que es lo que nos gusta. ¿Cómo demonios consigue una berlina llegar a los 900 km de autonomía WLTP? La respuesta está en la química y en la física.
Mientras que su hermano SUV, el iX3, utiliza celdas de batería cilíndricas formato 46120 (46 mm de diámetro, 120 mm de alto), el i3 berlina optará por las celdas 4695 (95 mm de alto). Son más compactas para permitir una silueta más baja y aerodinámica.
Al combinar estas nuevas celdas de alta densidad energética con una resistencia al aire mucho menor que la de un SUV, la eficiencia se dispara. Si el Tesla Model 3 Gran Autonomía ya nos parece eficiente rozando los 700 km, BMW promete dar un salto de gigante hasta los 900 km. Estamos hablando de cruzar la península casi sin parar.
Y si tienes que parar, será un visto y no visto. El coche montará una arquitectura de 800 voltios, permitiendo picos de carga de 400 kW. Traducido al mundo real: pasar del 10% al 80% de batería te llevará unos 21 minutos. Básicamente, lo que tardas en ir al baño y pedir un café.

Una primera versión del BMW i3, camuflada para no revelar los rasgos de su diseño
¿El "Tesla Killer" definitivo?
La expresión "Tesla Killer" se ha usado tanto que ha perdido su significado, pero si hay alguien que puede hacer daño a Elon Musk en su propio terreno, es esta BMW.
El i3 tendrá un diseño inspirado en el espectacular prototipo Vision Neue Klasse, muy similar al próximo Serie 3 térmico, pero con esa limpieza visual propia de los eléctricos. Habrá dos carrocerías: la berlina clásica de cuatro puertas y, para los amantes de la practicidad (y del buen gusto), una versión Touring familiar.
¿El precio? Aquí viene la letra pequeña. Se estima que arrancará por debajo de los 60.000 euros.
Sí, es notablemente más caro que un Tesla Model 3, que actualmente ronda los 40.000 - 45.000 euros. BMW no quiere competir en precio, quiere competir en producto. El objetivo es ofrecer una calidad de construcción, un aislamiento y una tecnología a bordo que justifiquen ese sobrecoste. De hecho, el precio estará alineado con el actual BMW i4 y no muy lejos de lo que cuesta un Serie 3 de gasolina bien equipado.
La espera será larga
Sobre el papel, el nuevo BMW i3 tiene todo lo que le pedimos a un coche eléctrico moderno: carga ultrarrápida real, una autonomía que elimina cualquier preocupación y el respaldo de una marca que sabe hacer coches que emocionan (y ojo, que habrá versión M con cuatro motores en 2027).
El problema es el tiempo. La producción en serie no arranca hasta la segunda mitad de 2026. En el mundo de la tecnología, dos años son una eternidad. Tesla no se va a quedar quieta, y los fabricantes chinos mucho menos. Pero si BMW cumple con esos 900 km y esa carga de 400 kW, la espera podría merecer mucho la pena.
Así que sí: El i3 ha muerto. Larga vida al i3.