Audi se alía con OPPO: la marca alemana pagará por usar patentes chinas y mejorar la conectividad de sus coches

Audi cierra un trato global para pagar a OPPO por el uso de sus patentes 5G, asegurando la tecnología de red de sus coches y evitando demandas

Audi se alía con OPPO: la marca alemana pagará por usar patentes chinas y mejorar la conectividad de sus coches
El acuerdo garantiza a Audi el acceso a estándares de comunicación esenciales para funciones como la telemetría y las actualizaciones remotas
Publicado en OPPO
Por por Sergio Agudo

Si tienes pensado comprarte un Audi en el futuro, que sepas que su conexión a internet dependerá en buena parte de tecnología china. La marca alemana acaba de firmar un acuerdo global con OPPO para poder utilizar sus patentes de estándares de comunicación, lo que básicamente significa que Audi tendrá que pagar una licencia si quiere que sus coches tengan 5G y funcionen como se espera de un vehículo premium en 2025.

La noticia la ha confirmado Pete Lau en X y ratifica una situación incómoda para la industria del motor europea: o pasan por el aro de las tecnológicas asiáticas, o se quedan fuera de juego. No esperes ver el logo de OPPO en el salpicadero; esto es un acuerdo de despachos para usar tecnología de red invisible sin la cual funciones básicas como la telemetría, los datos en la nube o las actualizaciones OTA no podrían implementarse legalmente.

Pagar peaje para no quedarse atrás

El movimiento es puro pragmatismo alemán. Audi necesita asegurar que sus sistemas de infoentretenimiento tengan buena cobertura y ancho de banda estable, algo que va mucho más allá de simplemente conectar el móvil sin cables a la pantalla del coche. La clave es que el vehículo actual es un nodo más de la red y, para operar en ese entorno, necesita unas patentes de comunicaciones que Audi no posee y OPPO sí.

Esto encaja perfectamente con el contexto actual del sector, donde ya vimos cómo la presión de los rivales asiáticos ha forzado a Audi a reaccionar y asumir que necesita ayuda externa en software y hardware. Al final, ellos ponen la ingeniería mecánica y el prestigio de marca, pero la infraestructura técnica que permite la "magia" de la conectividad es propiedad de empresas que vienen del mundo del smartphone.

Para OPPO, esto es un negocio redondo que valida su inversión en I+D. Mientras asistimos a la renovación del ecosistema de Google para mejorar la interfaz de usuario, los fabricantes chinos cobran por la "tubería" de datos subyacente. Es un recordatorio de que los fundamentos del coche eléctrico moderno tienen más que ver con las telecomunicaciones que con los caballos de potencia.

En resumen, Audi compra tranquilidad. Con este acuerdo evita litigios por patentes y se asegura de que sus coches sigan estando conectados al máximo nivel. Es la prueba definitiva de que, en la era del vehículo definido por software, las llaves de la conectividad global las tienen las empresas que fabrican teléfonos.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!