¿Problemas de batería en el Galaxy S26? El módem del Exynos 2600 está en el punto de mira
El nuevo Exynos 2600 estrena los 2 nm en móviles, pero la decisión de usar un módem 5G externo podría pasar factura a la autonomía del Galaxy S26
Cuando la compañía surcoreana Samsung presentó formalmente el impactante Exynos 2066, el titular estaba más que claro: primer chip para móviles fabricado en 2 nanómetros y una demostración de fuerza tecnológica frente a TSMC y Qualcomm. Sobre el papel, todo sonaba a salto generacional. Pero, como suele ocurrir, el diablo está en los detalles. Y en este caso, ese detalle es nada más ni nada menos que el módem.
Un Exynos más potente… pero menos integrado
Durante años, Samsung ha defendido el diseño SoC “todo en uno”: CPU, GPU y módem integrados en un mismo chip para reducir consumo y latencia. Con el Exynos 2600, esa filosofía se rompe. El procesador opta por un módem 5G externo (todo apunta al Shannon 5410), una decisión que ha encendido las alarmas entre los más atentos.
The Exynos 2600 will feature an external Shannon 5410 modem. The Exynos 2400 and Exynos 2500 SoCs have integrated internal Shannon modems. Furthermore, the screenshots here confirm what I'm saying.
— Erencan Yılmaz (@erenylmaz075) December 20, 2025
Because the Shannon 5410 modem on the Exynos 2600 does not have “AP” written at… pic.twitter.com/rLGfuuzL0B
La razón es sencilla: cuando el módem no está integrado, los datos tienen que viajar entre chips. Y ese trayecto adicional consume energía. No es una teoría, es física básica aplicada al diseño de hardware móvil.
Más espacio para la IA, menos para la eficiencia
La pregunta al ver este escenario es inevitable: ¿por qué asumir ese riesgo? La respuesta parece estar en el propio proceso de 2 nm. El silicio es cada vez más pequeño, pero los componentes no dejan de crecer. Motores de IA más grandes, GPUs más complejas y nuevos sistemas térmicos que ocupan un espacio valioso.
Al externalizar el módem, Samsung ha ganado margen para reforzar otras áreas claves. El Exynos 2600 promete un aumento del 39 % en CPU y más del 100 % en potencia de NPU. Además, incorpora un nuevo sistema de disipación directa con cobre, pensado para mantener temperaturas estables incluso bajo carga sostenida.
La gran incógnita: la batería del Galaxy S26
El problema es que el usuario no vive de benchmarks. Vive de autonomía. Y aquí es donde surgen las dudas sobre el futuro Galaxy S26. Aunque el nodo de 2 nm es más eficiente y la refrigeración es mejor, el consumo adicional del módem externo podría neutralizar parte de esas ventajas.
El resultado probable no es un desastre, pero sí una sensación conocida: móviles muy rápidos, estables térmicamente… pero sin el salto de batería que muchos esperan de una nueva generación.
Una apuesta arriesgada, pero no inédita
Samsung no está sola en esta estrategia. Apple lleva años utilizando módems externos sin que la autonomía del iPhone se haya resentido gravemente (algo que podemos verlo actualmente en el iPhone 17 Pro). Eso sí, iOS y Android gestionan procesos en segundo plano de forma muy distinta, y ahí Samsung tendrá que afinar mucho su software.
El Exynos 2600 es, en definitiva, una jugada valiente. Prioriza potencia bruta y control total del diseño, aunque asuma riesgos en eficiencia. Si Samsung logra compensarlo a nivel de sistema, estaremos ante un gran chip. Si no, el debate sobre Exynos y batería volverá, una vez más, al centro de la conversación.