AMD sucumbe a la burbuja de la IA: prepara una nueva subida de precios de sus GPU ante la creciente escasez
El precio de los componentes de hardware de dispositivos informáticos e inteligentes sigue al alza por la desmesurada demanda de estos materiales por parte de los centros de datos enfocados en alojar servicios de Inteligencia Artificial. Si bien las memorias RAM ya lo están sufriendo, y pronto se contagiará también a los teléfonos móviles, las tarjetas gráficas también comenzarán a escalar en su precio. De hecho, AMD ya ha revelado a su cadena de suministro que subirá los precios de sus GPU próximamente.
AMD subirá sus GPU un 10%
Según se ha hecho saber desde China, AMD ya habría avisado a las empresas que colaboran en la cadena de suministro de que el producto final contaría con un aumento de un 10% en su precio, vista la creciente escasez de componentes que, si bien empezó con las memorias RAM, está prosiguiendo con las tarjetas gráficas. El motivo es que la demanda se ha disparado a niveles insospechados, después de que las grandes compañías estén invirtiendo cantidades ingentes de dinero en crear nuevos centros de datos que alojan miles y miles de ordenadores.
Componentes como las RAM y las GPU son fundamentales para la creación de centros de datos, y es por ello que se están adueñando de la mayor parte del stock presente en el mercado, reduciendo la oferta disponible y propiciando de este modo que el precio se dispare. Sin embargo, se trata también de componentes buscados para otro tipo de mercados, como puede ser el trabajo con modelados en 3D, la edición de vídeos o el ocio con el gaming, espacios que ahora se están viendo afectados por dicha subida de precios.
Una situación que se repite
No es la primera vez en la historia reciente que los componentes informáticos se enfrentan a enormes subidas de precio. La pandemia de 2020, por ejemplo, ralentizó mucho el ritmo de producción, a la vez que se multiplicó la demanda por el auge del minado de criptomonedas. Todo eso hizo que hubiera, incluso, escasez en la producción de vehículos, de videoconsolas y, por supuesto, precios mucho más elevados en GPUs y memorias RAM. Sin embargo, cuando se pudo incrementar la producción, con el tiempo los precios se volvieron más asequibles.