Análisis Prusa Core One L: la bestia de Prusa que querrás en tu casa

La Prusa Core One L es uno de los dispositivos más avanzados del mercado con diferencia

Análisis Prusa Core One L: la bestia de Prusa que querrás en tu casa
He podido utilizarla para crear tanto objetos destinados la ocio como otros más enfocados en la productividad y en ambas cosas destaca increíblemente
Publicado en Tecnología

A mí la impresión 3D nunca me había interesado. Y mira que estoy metido hasta las cejas en el mundo de los homelabs, los servidores caseros, y la tecnología en general. Pero mi acercamiento a las manualidades terminaba justo ahí: en lo digital. La idea de diseñar piezas físicas, calibrar máquinas, lijar plásticos... no iba conmigo. O eso creía.

Todo cambió viendo un vídeo de un tipo que había comprado su primera impresora 3D. No era un canal técnico ni un tutorial profesional. Era simplemente un tío normal mostrando cómo había pasado de no tener ni idea a crear piezas en su casa para resolver problemas cotidianos. Una extensión para su aspiradora que ya no se fabricaba. Un soporte para su router. Una pieza rota de un juguete de su hijo. Cosas simples. Cosas útiles. Cosas que todos necesitamos.

Ahí hice click.

No fue por la tecnología en sí. Fue por darte cuenta de que cada vez que piensas "ojalá existiera esto pero más pequeño/más grande/en este color/con este ángulo", la respuesta podía ser: ahora puedo hacerlo yo mismo. En mi casa. Mientras duermo. Por dos euros de plástico.

Desde ese momento mi obsesión con la impresión 3D ha sido imparable. He pasado de imprimir mi primer Benchy (ese barquito de prueba que todos hacemos) pulsando tres botones sin entender nada, hasta experimentar con materiales técnicos que aguantan el sol y la lluvia en mi jardín. He reparado la carcasa de una luz exterior que me traía por la calle de la amargura porque la pieza de repuesto costaba casi lo mismo que comprar una nueva (y encima ya no se fabricaba). He creado organizadores a medida para cada cajón de mi oficina. He impreso macetas custom que hacen sonreír a las visitas. Y lo más alucinante: nada de esto ha sido difícil.

+ Pros

  • Fiabilidad. Simplemente funciona sin dolores de cabeza
  • Formato grande (300×300×330mm) y control térmico activo a 60°C para materiales técnicos
  • Ecosistema completo: software intuitivo, printables, comunidad y un increíble soporte
  • Upgrades modulares que crecen contigo
  • Total independencia: funciona 100% offline sin depender de servicios cloud

- Contras

  • Precio premium
  • No es la más rápida del mercado en velocidad pura
  • Sistema INDX aún no disponible (aunque puedes instalar MMU3 ya si necesitas multicolor)
90Sobre 100

Y ahí entra la Prusa Core One L. Una impresora con cámara cerrada que permite trabajar con cualquier material que puedas necesitar, con una calidad que no deja lugar a dudas, y con una confianza en su fiabilidad tan grande que te permite mandar una impresión de 48 horas un viernes por la tarde e irte de fin de semana sabiendo que el lunes tendrás tu pieza perfecta esperándote. Sin espaguetis de plástico por el suelo. Sin errores misteriosos a las 20 horas de impresión. Sin frustraciones.

Desde el momento en que salió de la caja hasta hoy, meses después, la experiencia ha sido tan ridículamente sencilla que hasta mis compañeros de oficina (que no tienen ni idea de impresión 3D) se han interesado por el tema. Hemos impreso macetas personalizadas, organizadores custom, figuras para decorar el set de grabación, piezas funcionales que nos solucionan problemas reales. Y lo mejor: nos hemos divertido mucho haciéndolo.

Eso es lo que hace de esta review algo diferente para mí. No es solo analizar una máquina. Es contarte cómo una herramienta ha convertido la oficina en un pequeño taller donde las ideas se materializan. Literalmente.

Diseño y construcción

Estéticamente cumple con absolutamente todo lo que se puede pedir de un dispositivo tope de gama

Estéticamente cumple con absolutamente todo lo que se puede pedir de un dispositivo tope de gama

Antes de entrar en tecnicismos que pueden asustar, vamos con lo práctico. La Core One L llega a casa en una caja grande pero no gigantesca. Ocupa lo suyo en tu mesa (469 × 521 × 635 mm), y aunque pesa sus buenos 21.9 kg, no es algo que vayas a estar moviendo cada día. Una vez que encuentra su sitio, ahí se queda, trabajando silenciosamente (unos 48 dB, como una conversación en voz baja) mientras tú haces otras cosas.

¿El montaje? Aquí viene la primera sorpresa positiva: llega casi completamente montada. No vas a pasarte un fin de semana con un manual de IKEA de 50 páginas. Escaneas el QR, quitas un puñado de bridas, algunos tornillos, conectas cables, y si solo tienes la máquina estándar, ya estaría. En mi caso instalé complementos como el filtro HEPA (necesario si vas a trabajar con materiales más técnicos como ABS o ASA), lo que implicó algo más de trabajo: atornillar el filtro, conectar un par de cables, ajustar todo en su sitio. Incluso para alguien como yo, que no soy especialmente hábil con las manos, no supuso ningún problema. En menos de media hora estaba todo listo.

Visualmente, es una máquina que o la amas o la odias. Tiene un toque steampunk, retro-futurista, con ese naranja característico de Prusa que a mí personalmente me vuelve loco. Reconozco que la pantalla táctil podría ser más grande y visual, pero en el día a día no pasas tanto tiempo con ella como para que importe demasiado. Podían haber apostado por una estética más "Apple" como hace Bambu Lab con sus acabados minimalistas y sus colores neutros. Pero sabes qué, cuanto más la miro, más me gusta.

Hay algo en ese diseño que transmite lo que es: una herramienta real, no un “juguete tecnológico”. Da la sensación de máquina fiable, sólida, de esas que sabes que no van a fallar. Su estética destila "aquí hay una obra de ingeniería, no un ejercicio de marketing". Y cuando la ves trabajando durante horas sin un solo fallo, entiendes que esa estética no es casualidad.

Características Técnicas

Análisis Prusa Core One L: la bestia de Prusa que querrás en tu casa

Vale, ahora viene la parte técnica. Si no eres un experto, tranquilo: voy a explicarte cada cosa como me hubiera gustado que me la explicaran a mí cuando empecé. Porque está muy bien soltar datos como "CoreXY" o "Input Shaper", pero si estás aterrizando en este mundo por primera vez, esas palabras no te dicen nada. Y lo entiendo perfectamente, a mí me pasaba exactamente lo mismo.

Así que vamos a ir punto por punto, explicando no solo el "qué es", sino sobre todo el "por qué debería importarme".

El tamaño importa (Y mucho)

La Core One L tiene un volumen de impresión de 300 × 300 × 330 mm. ¿Qué significa eso en el mundo real? Significa que puedes imprimir un casco medieval de tamaño real de una sola pieza. O una maceta grande sin tener que partirla en trozos y pegarla después. O ese organizador que has visto en Printables sin tener que dividirlo en secciones.

Y esto es importante para mí porque, personalmente, cuando veo un modelo en Printables o Thingiverse que hay que partir en mil piezas, lijarlo todo, pegarlo con cianocrilato, lijar las uniones, aplicar masilla, volver a lijar... me da una pereza tremenda. Mi filosofía es simple: pulsar imprimir, cuatro ajustes, y listo. Cuanto menos trabajo manual post-impresión, mejor.

Antes de tener la Core One L, cuando quería imprimir algo grande, tenía que dividir el modelo en varias piezas, imprimirlas por separado, y después venía todo ese proceso de lijado y pegado que acabo de describir. Un montón de trabajo manual para algo que ahora hago de una sola tirada mientras duermo. El casco medieval que tengo en la oficina (que hace sonreír a cada visita) simplemente no hubiera sido posible sin este formato. O al menos, no con el mismo resultado ni con mi nivel de paciencia.

¿Que aún lijo algunas piezas para dejarlas perfectas? Sí, cuando quiero un acabado profesional. Pero lo bueno es que ahora es opcional, no obligatorio. Con este volumen de impresión, la mayoría de proyectos salen directamente de la impresora listos para usar.

Sistema CoreXY: La tecnología que hace la magia

Aquí viene uno de esos conceptos que suenan complicados pero que en realidad son brillantemente simples. Las impresoras 3D tradicionales (las llamadas "bed-slinger") mueven la cama de impresión adelante y atrás mientras el cabezal solo se mueve a izquierda y derecha. Es como dibujar moviendo toda la mesa mientras mantienes el bolígrafo quieto. Funciona, pero es ineficiente, genera vibraciones, y si algo sabemos es que las vibraciones en impresión 3D son el enemigo número uno de la calidad.

El sistema CoreXY funciona justo al revés: la cama se queda completamente quieta (solo sube y baja en vertical para dar espacio a la boquilla) y es el cabezal de impresión el que se mueve en todas las direcciones. Volviendo a la analogía: es dibujar, con el papel quieto sobre la mesa y el bolígrafo moviéndose. Sentido común puro.

La mejora es triple: más velocidad (mueves menos peso ergo puedes acelerar más), más precisión (sin vibraciones de una cama pesada moviéndose salvajemente), y más silencio (los motores están fijos en el chasis, no dando bandazos por ahí).

La capacidad de detalle de la Prusa Core One L es un hito logrado gracias a su tecnología

La capacidad de detalle de la Prusa Core One L es un hito logrado gracias a su tecnología

¿Necesitas entender toda la física y la cinemática detrás? Para nada. ¿Notas la diferencia en tus impresiones? Absolutamente. Es como con los coches: puedes no saber nada de mecánica, pero cuando te subes a un coche con buena suspensión versus uno barato, la diferencia se siente. Aquí es exactamente igual.

Control térmico activo: la clave para imprimir lo que sea

Esta es probablemente la característica más importante de la Core One L, y la que menos se ve en las fotos. La máquina mantiene toda la cámara a 60°C de forma uniforme, con variaciones de menos de 2°C en cualquier punto. Suena técnico, lo sé, pero es muy sencillo:

Hay materiales como el ABS o el ASA que están pensados para cosas de exterior (aguantan el sol, la lluvia, el frío y pueden estar años sin degradarse), pero son un dolor de cabeza de imprimir porque “odian” los cambios de temperatura. Si una esquina de tu pieza está a 55°C y otra a 45°C, el plástico se contrae de forma diferente, se deforma, se despega de la cama, y acabas con un espagueti de plástico en lugar de tu pieza.

El sistema de la Core One L elimina ese problema. Todo está a la misma temperatura, todo el tiempo. ¿El resultado? Puedes imprimir esa maceta gigante para tu terraza y olvidarte de ella durante años al sol y la lluvia. Puedes hacer un sujeta-bebidas para tu silla de jardín y dejarlo ahí todo el verano sin que se agriete. Puedes imprimir una figura del Grinch para ponerla en la ventana y que los vecinos vean que no estás de humor navideño (o lo que te apetezca).

Básicamente, puedes crear piezas funcionales para exterior sin preocuparte de que en seis meses estén hechas polvo. Y eso, créeme, abre un mundo de posibilidades.

Input Shaper: tecnología invisible que simplemente funciona

Este es mi concepto técnico favorito porque resume perfectamente cómo debería ser la tecnología moderna: hace cosas increíbles por ti sin que tengas que entender cómo ni configurar nada.

Cuando una impresora 3D cambia de dirección bruscamente (por ejemplo, al hacer una esquina), el marco vibra. Esas vibraciones se traducen en ondulaciones en la superficie de tu pieza (lo llaman "ringing" o "ghosting", y es el típico defecto que hace que los acabados no sean buenos). La solución tradicional era simple: imprimir más despacio. Problema resuelto, pero a costa de que una pieza que podría tardar 6 horas acabe tardando el doble.

La solución moderna se llama Input Shaper: un sistema que envía micro-instrucciones calculadas matemáticamente para cancelar esas vibraciones antes de que ocurran. Es lo equivalente a un sistema de estabilización de imagen en una cámara, pero para impresión 3D.

El resultado es que puedes imprimir rápido (200-300 mm/s) con la misma calidad que imprimiendo lento (60 mm/s). Este sistema viene pre-calibrado de fábrica. No tienes que tocar nada. No tienes que entender la física detrás. Simplemente conectas e imprimes y las piezas salen con esquinas nítidas y superficies lisas.

Ahora bien, seamos claros: la Core One L no es la impresora más rápida del mercado. Las hay más rápidas. Pero aquí viene una de las grandes virtudes de Prusa como marca: no buscan ser los número uno en una sola cosa. Buscan estar en el top en todo a la vez. Velocidad muy buena, calidad excelente, fiabilidad, materiales compatibles de todo tipo, soporte real... Es la filosofía del "lo hace todo y todo lo hace bien". Y sinceramente, prefiero eso a una máquina que sea la más rápida del mundo pero que falle cada dos por tres o sencillamente no sea excelente en todos los apartados.

Experiencia de uso: donde esta máquina realmente brilla

Vale, ahora vamos a lo divertido. Lo que realmente importa más allá de las especificaciones técnicas: qué puedes hacer con esta máquina y para qué la he estado usando yo estos meses.

Los ejemplos que vas a ver son los míos, los que nos apetecieron en la oficina, los que nos parecieron divertidos o los que necesitábamos para solucionar algún problema. Pero esto es solo el principio. Si vas a Printables.com encontrarás literalmente cientos de miles de modelos gratuitos listos para imprimir. Y si no encuentras exactamente lo que buscas, hay decenas de bancos de modelos 3D más (Thingiverse, MyMiniFactory, Cults3D...), todos con opciones gratuitas.

El resultado de impresión es absolutamente impecable

El resultado de impresión es absolutamente impecable

De hecho, mientras escribo estas líneas tengo la impresora trabajando en un par de sables láser de auténtico Jedi para una batalla épica en el set de grabación de Urban Tecno. Porque sí, porque podemos, y porque es divertido.

Proyectos reales que he impreso

Las macetas Oddish de Pokémon fueron uno de mis primeros proyectos "friki pero funcional". Descargué el modelo de Printables, le di al botón de imprimir, y algo menos de 6 horas después las tenía listas. Además utilicé un filamento de Prusa (Prusament) llamado "PLA Marble Grey" que imita la piedra, y el resultado ha quedado increíble. Coste total: menos de 2 euros por maceta. Alternativa en Etsy: entre 14 y 32 euros cada una. ¿Entiendes por dónde voy?

Y sí, la mayoría de las que ves en Etsy están impresas en 3D. Porque con una impresora 3D también puedes montar un negocio si quieres. Eso sí, respeta las marcas y las licencias, que eso es importante.

La maceta AT-AT de Star Wars para el set de grabación fue diferente. Necesitaba un tamaño específico, así que ajusté las dimensiones del modelo, lo imprimí, y quedó perfecto. Solo faltaba añadir plantas y encontrar a alguien en la oficina que se acordara de regarlas (spoiler: nadie). Ese mismo macetero en Etsy lo venden por 20 euros. El mío: 2 euros de filamento y cero intermediarios.

Imprime perfectamente lo que le pidas

Imprime perfectamente lo que le pidas

El casco medieval a tamaño real es mi ejemplo favorito de "esto solo es posible con formato grande”, ideal para la Prusa Core One L. Lo vi en Printables, me pareció divertido, y pensé "¿por qué no?". Es enorme: consta del casco base y la máscara frontal. Casi 4 días de impresión repartidos en dos tandas, pero el resultado es un casco de tamaño real que pesa menos de un kilo, que todos se prueban cuando vienen a la oficina, y que es el mejor rompehielos del mundo. Es completamente inútil y absolutamente maravilloso. Y ese es precisamente el punto: puedes hacer cosas simplemente porque te apetece.

Con esta impresión al inicio tenía dudas, es 1kg de filamento entre las 2 partes y si fallaba en una etapa avanzada podría perder mucho filamento, pero la realidad es que con la fiabilidad de la Prusa Core One L, tuve 0 problemas. Ademas con la cámara que viene con la impresora 3D pude vigilar de vez en cuando como iba la impresión desde casa. Usar la cámara es de lo más adictivo que tiene, en lugar de entrar a Instagram a ver la última publicación de tu contacto, entras a la app de Prusa a ver como va tu impresión.

Las dos partes son perfectamente funcionales

Las dos partes son perfectamente funcionales

Gridfinity merece párrafo aparte porque es el ejemplo perfecto de cómo la impresión 3D resuelve problemas universales de una forma que ningún producto comercial puede. Gridfinity es un sistema de organización modular diseñado por la comunidad. Imprimes una base con cuadrícula estándar, y luego creas contenedores, divisores, soportes para herramientas, lo que necesites, que encajan perfectamente en esa cuadrícula.

He organizado la mesa de mi oficina, mis componentes electrónicos, mis cables, todo con piezas custom hechas exactamente a medida de lo que tengo. ¿He gastado bastante filamento? Sí. ¿Existe algo similar comercialmente? Puede ser. ¿Sería más barato? Dudoso. ¿Sería tan divertido de hacer? Definitivamente no. Pero lo que más me obsesiona de este sistema es que se adapta 100% a las cosas que yo tengo en mi mesa, no al revés. No tengo que adaptar mis cosas a un organizador genérico. El organizador se adapta a mi.

Se pueden imprimir cosas muy variadas, pero el ocio tiene una parte fundamental

Se pueden imprimir cosas muy variadas, pero el ocio tiene una parte fundamental en la experiencia, sobre todo para llevar la experiencia de impresión 3D al público final

Imprimir figuritas varias fue 50% pura diversión, 50% enseñarle a la gente de la oficina lo que realmente se podía hacer con una impresora 3D. Imprimimos un Squirtle con gafas (y otro sin ellas) solo para poder hacer el meme de "vamo a calmarno". Sacamos el dragón oficial de Prusa para demostrar el nivel de detalle que se puede conseguir usando PLA. Un diorama de una Game Boy con un Pikachu saliendo de ella, hecho exactamente al tamaño de una Game Boy real. Y así con un sinfín de cosas que nos iban apeteciendo.

El proceso creativo: de idea a objeto en 4 pasos

Aquí viene la parte que desmonta el mito de que la impresión 3D es complicada. Ya lo has podido intuir a lo largo del artículo, pero déjame que te enseñe el proceso real paso a paso:

1. Encuentra o crea tu modelo: Vas a Printables, Thingiverse, o cualquier biblioteca de modelos. Hay literalmente millones de diseños gratuitos esperándote. Si no encuentras exactamente lo que quieres, puedes modificar uno existente o diseñarlo desde cero en Tinkercad (que es básicamente el Paint de los modelos 3D, pero en tres dimensiones). Y no, no necesitas ser ingeniero para usar Tinkercad. Si sabes mover un ratón, puedes diseñar cosas. Si quieres algo más técnico, puedes usar Fusion360 (la versión gratuita), esto ya requerirá algo más de tiempo por tu parte aprenderlo

2. Ábrelo en PrusaSlicer: Este es el software gratuito de Prusa que prepara tu modelo para impresión. El proceso es ridículamente simple: arrastras el archivo a la ventana, seleccionas el material del menú desplegable ("PLA", "PETG", "ASA"...), y le das a "laminar". Ya está. El software calcula automáticamente todo lo demás: soportes necesarios, temperatura óptima, velocidad de impresión, capas, relleno, todo.

3. Envíalo a la impresora: Desde el propio PrusaSlicer puedes enviarlo por WiFi directamente a la impresora. O guardarlo en una memoria USB si prefieres hacerlo a la vieja usanza. Da igual. Las dos formas funcionan perfectamente.

4. Espera (y haz otras cosas): La impresora hace su magia mientras tú sigues con tu vida. Puedes ver el progreso en tiempo real a través de la cámara 1080p integrada desde tu móvil. Cuando termina, retiras la pieza de la cama (literalmente se despega sola al enfriarse), y ya está. Pieza lista para usar.

¿Dónde está la parte complicada que todo el mundo menciona? No existe. El software hace el trabajo pesado de cálculos y optimización. La máquina hace el trabajo físico de fabricación. Tú solo decides qué quieres crear y pulsas un botón. Es tan simple como imprimir un documento en papel, pero en tres dimensiones.

La fiabilidad: el factor que nadie menciona pero que lo cambia todo

Aquí viene algo importante: en todo el tiempo que llevo con la Core One L, los únicos fallos que he tenido han sido errores míos. Olvidar poner soportes en una pieza con voladizo imposible. Mandar a imprimir con el filamento mal cargado porque tenía prisa. Y el peor de todos, que fue bastante grave: no lavar la cama después de muchas impresiones.

Déjame contarte esa última porque es importante. Después de unas 15-20 impresiones sin limpiar la cama (sí, soy un vago), intenté imprimir un llavero. No se pegó. Y como me marché sin vigilar el inicio, todo el filamento quedó enrollado en la boquilla como un nido de espaguetis. Me costó un buen rato limpiarla después. Recomendación gratis: no compres el Fairy de marca blanca para limpiar la cama. Cómprate un buen jabón lavavajillas de marca y cada 5-10 impresiones dale un lavado a fondo a la cama con agua tibia. Te ahorrarás disgustos.

La fiabilidad es clave para que todo funcione correctamente en procesos que duran mucho tiempo

La fiabilidad es clave para que todo funcione correctamente en procesos que duran mucho tiempo

Una cosa que me gustaría que Prusa incluyera (y seguro que lo hará pronto) es un detector de espaguetis. Cuando una pieza no se pega y el filamento empieza a "bailar" por ahí en lugar de construir la pieza, tener un sistema que lo detecte y pause la impresión automáticamente sería perfecto. Pero bueno, para eso está vigilar los primeros minutos o revisar la cámara.

¿Fallos de la máquina? Cero. Y esto es clave. Porque si has investigado un poco sobre impresoras 3D, habrás leído historias de terror: impresiones que fallan a las 20 horas, camas que se desajustan cada dos días, atascos constantes de filamento, cabezales que se obstruyen, piezas que se despegan a mitad de impresión...

Nada de eso me ha pasado con la Prusa. Simplemente funciona. Y esa fiabilidad es lo que convierte una impresora 3D de "juguete frustrante" en "herramienta de verdad". Puedo mandar una impresión de 48 horas el viernes por la tarde, irme de fin de semana, y saber que el lunes tendré mi pieza perfecta esperándome. Además puedo vigilarla desde el móvil en cualquier momento si me entra la paranoia. Eso no tiene precio.

Ruido: silenciosa de verdad (con matices)

Tengo que hablar del ruido porque es algo que me ha sorprendido muchísimo. Mi mesa de trabajo es en forma de L, y la Core One L está literalmente a centímetros de mi oreja mientras trabajo. He pasado días enteros escribiendo, editando vídeos, y haciendo reuniones con la impresora funcionando al lado. Y no ha sido molesto.

La Core One L tiene dos modos de funcionamiento: el modo normal (que es el que uso siempre) y un modo silencioso que reduce velocidad para ser aún más discreta. Yo nunca he necesitado usar el modo silencioso más allá de para probar la diferencia. Con el modo normal, cuando estás trabajando en lo tuyo, ni la notas. Es como tener un ventilador de ordenador funcionando en segundo plano o una impresora láser imprimiendo.

Los datos oficiales hablan de unos 50 dB en funcionamiento normal, lo que equivale a una conversación tranquila. Y puedo confirmarlo: es muy silenciosa para la velocidad a la que trabaja. Las reviews profesionales la describen como "una de las impresoras CoreXY más silenciosas" del mercado y yo me lo creo.

Ahora bien, seamos honestos: hay ciertos momentos donde se nota más. Cuando hace movimientos rápidos en diagonal o en ciertos patrones de relleno, puede haber algo de resonancia. Prusa ha estado mejorando esto activamente con actualizaciones de firmware y perfiles de PrusaSlicer que evitan frecuencias resonantes específicas que hacían vibrar el marco. Estas actualizaciones han hecho que la impresora sea "notablemente más silenciosa" en ciertos escenarios. De hecho, diría que es más molesta la vibración que a veces tiene mi mesa que el ruido como tal.

Pero vamos, que si me preguntas si puedes tenerla en una oficina compartida o en tu habitación, la respuesta es sí sin problema. No es una impresora silenciosa al nivel de las antiguas MK3S/MK4S (que eran prácticamente inaudibles), pero para ser una CoreXY grande y rápida, es sorprendentemente discreta.

Software y ecosistema: la ventaja invisible de Prusa

PrusaSlicer es el aliado fundamental para poder imprimir sin tener unos conocimientos profundos de la cuestión

PrusaSlicer es el aliado fundamental para poder imprimir sin tener unos conocimientos profundos de la cuestión

PrusaSlicer es gratuito, open source, y funciona con cualquier impresora 3D (no solo Prusa). Pero con impresoras Prusa viene con perfiles pre-configurados para cada material, cada tipo de pieza, cada escenario posible. Seleccionas "PLA", "Calidad 0.15mm", le das a laminar, y listo. Ya está. Si quieres profundizar y toquetear cada parámetro manualmente, puedes. Pero no tienes por qué. Funciona perfecto desde el minuto uno.

Printables: medio millón de cosas listas para imprimir

La biblioteca de Printables tiene más de 500.000 modelos gratuitos. Más de medio millón de cosas que puedes imprimir ahora mismo sin diseñar nada. Y cada día se añaden cientos más. Desde organizadores prácticos hasta dragones épicos, pasando por piezas de repuesto para electrodomésticos o juguetes para niños.

Una de las cosas que hace a Printables única son sus acuerdos con marcas oficiales. Por ejemplo, colaboraron con 2K para el lanzamiento de Borderlands 4 y subieron modelos oficiales de armas del juego que son una pasada (y que imprimiré más pronto que tarde). También tienen acuerdos con Philips y un montón de marcas más. Todo gratuito para los usuarios. Es un plus muy chulo que no ves en otras plataformas.

Desde Printables puedes hacer tres cosas: mandarlo directamente a PrusaSlicer con un clic, descargar el modelo a tu ordenador, o usar EasyPrint (un software web que te permite laminar, hacer pequeños ajustes, y enviarlo a tu impresora a través de Prusa Connect sin descargar absolutamente nada en tu ordenador). Perfecto si estás en un equipo que no es tuyo o simplemente quieres ir rápido.

La filosofía de la libertad (que me enamora)

Una de las cosas que más me gusta de esta compañía es que te dan elección en todo, algo que ya os contamos de forma extensa en el artículo que hicimos sobre la marca. Por ejemplo, tienen una de las pocas (o la única) impresora 3D moderna en la que si no quieres conectarla a WiFi, no tienes por qué hacerlo. Usas el USB y listo. Lo mismo para actualizarla. Esto debería aprenderlo la competencia, porque no todo el mundo quiere tener sus herramientas conectadas a internet constantemente.

Eso sí, me cuesta comprender por qué el sistema operativo está en el USB y nos obligan a tenerlo permanentemente conectado. No es una gran molestia, pero es algo que está ahí siempre y estéticamente la impresora quedaría mejor sin él. Por otro lado, tiene su lógica: si se estropea el sistema operativo, formateas un pendrive, bajas el SO de nuevo, y sigues funcionando. No te quedas con un pisapapeles de 22 kilos.

Las impresoras de Prusa son completamente modificables a nuestro gusto

Las impresoras de Prusa son completamente modificables a nuestro gusto

Y ya que estamos con el tema de la libertad: me encantaría que Prusa (y todas las compañías, en realidad) lanzasen los perfiles oficiales para Orca Slicer, que es el software laminador referente del mercado ahora mismo. Así que si me estáis leyendo desde Prusa: por favor, lanzad los perfiles. Que la libertad sea total de verdad.

La comunidad (y el soporte que funciona)

La comunidad de Prusa es probablemente la más activa y útil del sector. Tienes foros donde veteranos ayudan a novatos sin condescendencia ni gatekeeping. Vídeos de YouTube que explican cualquier cosa que necesites, en todos los niveles. Y un soporte técnico humano (no bots, personas reales) que responde en horas, no en días, en múltiples idiomas incluyendo español.

Y ahora han lanzado Prusa Academy, donde te explican paso a paso todo lo relacionado con la impresora: desde cómo montarla hasta cómo optimizar tus impresiones. Está en inglés, sí, pero es contenido de altísima calidad. Un puntazo del equipo de Prusa. Normal que la comunidad los adore tanto.

El sistema INDX: la revolución del multicolor que viene

Aquí tengo que hablar del futuro cercano porque es demasiado importante para dejarlo fuera. Durante años, una de las principales críticas a las impresoras Prusa era la impresión multicolor. Podías hacer piezas monocromáticas perfectas, pero si querías múltiples colores, necesitabas el sistema MMU (Multi Material Upgrade) que funcionaba, sí, pero era lento y desperdiciaba bastante filamento en cada cambio.

En noviembre de 2025, Prusa presentó el sistema INDX (que llegará en el primer trimestre de 2026). Y no exagero al decir que cambió las reglas del juego completamente.

El INDX permite hasta 8 colores diferentes en una misma impresión (y se espera que en la Core One L sean hasta 9 o incluso 10 por el mayor espacio disponible). Pero lo revolucionario no es solo el número de colores. Es cómo lo hace:

  • Cambios en 12-16 segundos: La competencia (Bambu AMS) tarda 95-125 segundos. Estamos hablando de 6-8 veces más rápido. Estos números son únicos en todo el sector. No hay nada que se les acerque ni de lejos.
  • Casi cero desperdicio: El AMS de Bambu puede desperdiciar hasta 10 veces más material que el que realmente usas en la pieza. El INDX elimina ese problema casi por completo. Es un cambio brutal en sostenibilidad y coste.
  • Sistema híbrido inteligente: Un "smart head" activo que se acopla a herramientas pasivas. Cada herramienta tiene su filamento permanentemente cargado. Sin rebobinar, sin cortar constantemente, sin buffers gigantes.

Es, probablemente, el sistema multicolor más avanzado que veremos en el mercado consumer en 2026. Y poder añadirlo a la Core One y la Core One L cuando esté listo es simplemente perfecto.

Precio: una inversión que se paga sola

1.699 euros no es barato, seamos honestos. Es una cantidad considerable de dinero. Pero déjame que te cuente cómo lo veo yo después de un tiempo usándola.

Si le sacas partido de verdad (imprimiendo piezas que necesitas, organizando tu casa con Gridfinity, creando soluciones personalizadas para problemas específicos), te das cuenta rápido de que el retorno es real. Además, esta es probablemente la impresora más barata del mercado con esta capacidad de impresión y control térmico (si estoy equivocado, decídmelo en los comentarios y lo corrijo). Poder personalizar tus piezas exactamente como las necesitas, o crear literalmente lo que se te pase por la cabeza por dos euros de filamento, a mi me emociona.

En mi caso, desde que empecé en el mundo de la impresión 3D, la inversión se ha pagado sola con creces en el tiempo que llevo. No solo eso: no me he cortado a la hora de seguir invirtiendo en este hobby porque cada euro que meto vuelve multiplicado en forma de cosas que creo, problemas que resuelvo, y diversión que tengo.

Y aquí viene el detalle importante: con el sistema de upgrades modulares de Prusa, tu inversión de 1.699 euros no se queda ahí congelada. Puede convertirse en una máquina de 2.500 euros con capacidades profesionales multicolor cuando añadas el INDX en el futuro. O puedes instalar el MMU3 ahora mismo por 400 euros si necesitas 5 colores ya. O el hotend de alta temperatura para policarbonato. Tu inversión crece contigo.

Compara eso con comprar una Bambu Lab X1C ahora por 1.450 euros. Sí, es 250 euros más barata. Pero si en dos años quieres más capacidades, tu única opción es comprar una máquina completamente nueva. Tu inversión inicial no evoluciona, se queda obsoleta. Con Prusa, tu inversión inicial es el cimiento de algo que puede crecer durante años.

La pregunta no es si 1.699 euros es mucho dinero. La pregunta es: ¿cuánto vale para ti poder fabricar tus propias soluciones en lugar de buscarlas (y no encontrarlas) en tiendas? Y si no, recuerda que la Prusa Core One, su hermana pequeña, sigue disponible y es una máquina increíble, y si eres manitas, incluso puedes ahorrar algo de dinero y montártela tu.

Conclusión: la pregunta no es si necesitas una impresora 3D

La pregunta real es otra: ¿cuántas veces esta semana has pensado "ojalá existiera esto en este color", o "ojalá tuviera una herramienta para este trabajo específico", o "me encantaría tener esto pero más pequeño/más grande/con este ángulo"?

Si tu respuesta es más de dos veces, probablemente una impresora 3D te cambiaría la vida. Y si vas a dar el salto, la Prusa Core One L es una de las mejores formas de hacerlo. No porque sea perfecta (no lo es), ni porque sea la más barata (definitivamente no lo es), sino porque combina fiabilidad brutal, formato grande versátil, tecnología potente que simplemente funciona, y el respaldo de una compañía que lleva 12 años demostrando que realmente se preocupa por sus usuarios.

La impresión 3D en 2025 no es el futuro, ni es un hobby reservado para ingenieros. No requiere meses de aprendizaje ni un máster en diseño 3D. Es una herramienta creativa tan accesible como un taladro o una cámara de fotos, pero infinitamente más versátil. Es convertir ideas en realidad física, en tu escritorio, mientras duermes, por céntimos de euro por pieza.

La Core One L no es solo una impresora. Tu mini-fábrica personal. Tu forma de decir "no voy a pagar 30 euros por algo que puedo crear por 2 euros esta noche" o "voy a hacer esto exactamente como lo he imaginado, no como alguien en una fábrica en China decidió que debería ser para las masas".

Es la diferencia entre ser consumidor pasivo y ser creador activo. Entre adaptar tu vida a lo que existe en las tiendas, o adaptar las cosas a tu vida. La pregunta no es si puedes permitirte una Core One L, la pregunta es si puedes permitirte seguir sin tener la capacidad de fabricar tus propias soluciones cada vez que piensas "ojalá esto fuera diferente".

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