Aprueban el primer tratamiento contra la depresión que se usa en casa y no necesita pastillas
La FDA aprueba el dispositivo Flow para tratar la depresión en casa mediante estimulación eléctrica, logrando la remisión en el 58% de los pacientes
La FDA de Estados Unidos acaba de aprobar por primera vez un dispositivo médico para tratar la depresión mayor en casa sin necesidad de fármacos. Se trata del Flow FL-100, un casco de estimulación cerebral desarrollado por la empresa sueca Flow Neuroscience que ofrece una alternativa validada a los antidepresivos tradicionales para pacientes adultos.
La decisión es más importante de lo que parece, porque permite recetar una terapia física para uso doméstico, atacando un problema que afecta a millones de personas. Muchos pacientes no responden a las pastillas o las abandonan por efectos secundarios como el aumento de peso, y este aparato busca cubrir ese hueco terapéutico ofreciendo tratamiento tanto único como complementario.
Estimulación eléctrica para despertar el cerebro




La tecnología detrás del casco se llama estimulación transcraneal por corriente continua (tDCS). El dispositivo envía una corriente eléctrica muy suave a la corteza prefrontal, la zona del cerebro que regula el ánimo y que suele tener baja actividad en la depresión. El objetivo es reactivar esa área para aliviar los síntomas sin química.
No es humo; los datos clínicos son sólidos. El mayor ensayo realizado hasta la fecha, publicado en Nature Medicine, mostró que el 58% de los pacientes entraron en remisión tras diez semanas. El grupo que usó el aparato real mejoró tres veces más que el que recibió el placebo, demostrando una eficacia real y medible.
La gran ventaja frente a los fármacos es la ausencia de efectos secundarios graves. Al no ingerir nada, te ahorras problemas normalmente asociados a los fármacos, limitándose las molestias a un leve hormigueo o rojez en la piel. Esto confirma que la medicina moderna ya no sólo se apoya en la química, algo que vimos cuando se dio luz verde a una terapia psicológica con IA como complemento clínico.
Es crucial distinguir entre tecnología médica regulada y experimentos digitales sin base. Mientras que este casco tiene el sello de la FDA, otros inventos como las IAs de compañía han demostrado una aterradora realidad confirmada por la ciencia: no existe evidencia de que ayuden y, de hecho, pueden empeorar el aislamiento del paciente al carecer de validación sanitaria.
Aunque la noticia viene de Estados Unidos, donde se lanzará en el segundo trimestre de 2026 bajo receta, la tecnología tiene sello europeo. En el Reino Unido y la UE ya hay más de 55.000 usuarios utilizándolo y el sistema público de salud británico (NHS) lo prescribe, lo que significa que, al menos para los médicos de Inglaterra, tiene utilidad demostrada más allá del laboratorio.
La compañía ve esta aprobación como el inicio de una transición mayor hacia tratamientos tecnológicos personalizados. Tras validar su eficacia en la depresión, ya trabajan para adaptar esta plataforma de neuromodulación a otros trastornos complejos como las adicciones o los problemas de sueño, buscando reducir la dependencia farmacológica global.