Auracast explicado fácil: el superpoder que tus cascos tendrán pronto

Durante años hemos disfrutado de la posibilidad de escuchar música donde y como queremos. Pero esa libertad siempre ha estado limitada por una condición silenciosa: los dispositivos Bluetooth no estaban pensados para compartir sonido con más de una persona a la vez. La experiencia seguía siendo individual, incluso cuando el entorno invitaba a lo contrario.

Imagina poder compartir al instante la música de tu móvil con varios amigos usando sus propios auriculares, sin cables, sin emparejamientos complicados y sin perder calidad. O escuchar perfectamente los comentarios de un partido en un bar con el volumen de la televisión silenciado. Esta tecnología que parece sacada de una peli futurista ya está aquí, y tiene nombre propio: Auracast.

Esta nueva tecnología no es una simple mejora incremental. Auracast representa un salto evolutivo en la conectividad Bluetooth, uno de esos avances que cambian la experiencia cotidiana sin que te des cuenta… hasta que lo pruebas. Porque donde antes solo había conexiones privadas, ahora hay posibilidad de emitir libremente.

A diferencia del Bluetooth tradicional (que limita la conexión a dos dispositivos), Auracast permite que un solo emisor transmita audio a múltiples receptores al mismo tiempo. Y eso cambia la forma en la que los dispositivos inalámbricos pueden transmitir o conectarse a una fuente. Es algo que en eventos de fabricantes como JBL se ha tratado como promesa de futuro pero, ¿realmente lo es?

Una emisora de bolsillo para tus oídos

El transmisor Smart Tx de los JBL Tour One M3 usa Auracast para una de sus funciones

Auracast es una función integrada dentro del nuevo estándar Bluetooth LE Audio, que introduce una forma completamente distinta de entender la transmisión inalámbrica. Ya no hablamos de emparejar dispositivos uno a uno, sino de emitir una señal que cualquier receptor compatible puede “sintonizar” de forma libre, igual que conectarse a una red Wi-Fi.

Ahora bien: si Bluetooth ya es famoso por no poder reproducir audio sin pérdidas debido a su ancho de banda limitado, el estándar Bluetooth LE tiene un ancho de banda más limitado todavía. Esto significa que podrás seguir escuchando música a una calidad decente (de esto ya hablamos en el análisis del JBL Tour One M3 cuando tocamos el tema del transmisor Smart Tx), pero la compresión de la misma va a ser brutal.

Dejando de lado las preocupaciones más audiófilas, sí podemos decir que si Auracast funciona es gracias al uso del códec LC3 (Low Complexity Communications Codec), desarrollado por Fraunhofer IIS y Ericsson como sucesor del tradicional SBC (uno de los códecs más básicos para transmitir audio por Bluetooth). LC3 no solo mejora la calidad de audio incluso con tasas de bits más bajas, sino que reduce de forma notable el consumo de energía.

En pruebas realizadas por el propio grupo Bluetooth SIG, LC3 ha demostrado ser más eficiente y ofrecer una mejor ocultación de pérdidas de paquetes que otros códecs como SBC, G.722 u Opus. Esto significa más batería y menos cortes, incluso en entornos congestionados.

Además, Auracast emplea canales ISO (isócronos), diseñados específicamente para datos sensibles al tiempo, lo que garantiza una latencia prácticamente imperceptible (al menos hasta que se generalice el uso de XPAN o del protocolo UWB, lo que pase primero); ver películas o jugar deja de tener ese molesto desfase entre imagen y sonido.

Compartir audio ya no será un problema

Lo más llamativo de Auracast para ti como usuario es que podrás conectar entre sí distintos altavoces o auriculares para que reproduzcan simultáneamente cualquier sonido que venga de una fuente. En el AudioLab de Kvistgard, a donde viajamos invitados por JBL, vimos que incluso se puede aplicar Auracast al uso del audio espacial, algo que parecen estar aprovechando en sus últimas barras de sonido.

El ejemplo es fácil de poner. Imagina que estás en un viaje en tren y vas acompañado. La persona que te acompaña y tú queréis, por ejemplo, ver una película para amenizar el trayecto. Gracias a auracast vuestros auriculares podrán conectarse entre sí, cada uno con su volumen y sus preferencias, sin renunciar a absolutamente nada.

Yo mismo he analizado ya altavoces con capacidades de Auracast. Tanto el JBL Xtreme 4, como el JBL Go 4, como ofertas más modernas como el JBL Charge 6, como los ya citados Tour One M3, comparten esta característica. De hecho, hice una especie de sistema 2.1 con el Xtreme 4 y el Go 4, con resultados sorprendentes: la claridad y la nitidez eran estupendas, a pesar de la tremenda compresión.

Lo importante del asunto es que compartir sonido será más fácil que nunca: ya no habrá que pasarse auriculares, o emparejar y desemparejar altavoces; toca un botón y ya lo tienes todo hecho. De verdad que es así de simple.

La nueva accesibilidad empieza aquí

Las personas con discapacidad auditiva podrían beneficiarse enormemente de Auracast

Uno de los aspectos más transformadores de Auracast tiene que ver con la inclusión. Para personas con discapacidad auditiva, la posibilidad de conectarse directamente desde sus audífonos a televisores, megafonías o equipos de sonido representa un salto enorme respecto a las soluciones actuales.

Ya no hará falta un sistema altamente complejo, ni accesorios intermedios: si lo que quiere escuchar se emite por Auracast, basta con conectarse y escuchar. Esto tiene implicaciones enormes para aeropuertos, estaciones, museos, auditorios, centros educativos y cualquier otro espacio público.

De hecho, en Japón ya se están realizando pruebas piloto en catedrales y centros culturales que emiten información accesible mediante esta tecnología. Todo esto, con la ventaja añadida de que el sistema permite transmisiones públicas o privadas. Estas últimas están protegidas mediante cifrado AES-128, y se accede a ellas mediante contraseñas o escaneando códigos QR. Es el mismo nivel de seguridad que emplean sistemas gubernamentales o bancarios.

¿Y quién lo está adoptando ya?

Los últimos modelos de Samsung son compatibles con Auracast

Samsung ha sido una de las marcas más rápidas en subirse al carro... por ser la compañía matriz de HARMAN Audio, a su vez compañía matriz de JBL que, si habéis leído con atención, ya habréis visto que tienen predilección por Auracast. Sus últimas generaciones de teléfonos y tablets de gama alta (Galaxy S24 y S25 y Galaxy Tab S9 y S10) lo soportan. Sus últimas Smart TV también.

En el segmento de audio premium, Sennheiser ha incluido esta función en modelos como los MOMENTUM True Wireless 4 y los ACCENTUM True Wireless, gestionados a través de la app Smart Control. Y en lo que respecta a plataformas, Android 16 integrará Auracast de forma nativa, permitiendo que dispositivos como los Pixel 9 puedan conectarse simplemente escaneando un QR.

Ahora bien, no todo son buenas noticias. Como cualquier avance tecnológico, Auracast también tiene desafíos a los que enfrentarse. Su adopción requiere una renovación parcial del parque de dispositivos actuales, tanto en emisores como en receptores. Además, muchos espacios públicos todavía no cuentan con infraestructura compatible, lo que limita su implantación inmediata.

También queda pendiente el reto de la interoperabilidad: para que Auracast cumpla todo su potencial, las marcas deben colaborar en la creación de un estándar verdaderamente universal, no un ecosistema fragmentado como ha ocurrido con otras soluciones de audio inalámbrico.

El nuevo estándar del audio inalámbrico

El botón de Auracast, a la izquierda de la imagen, en el JBL Xtreme 4

Comparado con el Bluetooth tradicional, Auracast representa una mejora en prácticamente todos los frentes: permite múltiples conexiones, reduce la latencia, mejora la calidad de audio, consume menos batería y elimina la necesidad de emparejar dispositivos manualmente. Todo ello gracias al códec LC3, que logra una relación de compresión de hasta 8:1 (lo que significa que se comprime el audio hasta 8 veces con respecto al original; Bluetooth LE haciendo de las suyas) sin sacrificar fidelidad sonora.

A medida que más dispositivos integren esta tecnología y los espacios públicos se vayan adaptando, Auracast será casi con toda probabilidad uno de los estándares del audio inalámbrico (al menos en lo que a interconexión se refiere). No es solo una mejora incremental: es una forma distinta de entender el audio personal que pone el sonido al alcance de todos, sin barreras técnicas ni limitaciones de conectividad.

Tus cascos están a punto de ganar un superpoder real. Y no es solo una frase bonita: significa que podrás vivir el sonido de otra manera, más libre, más compartida, más adaptada a ti, que podrás decidir cómo escuchas, cuándo y con quién. No es una promesa lejana: el camino ya ha empezado y hay actores importantes que ya lo están recorriendo. Y que su uso se generalice es bueno para todos.