El primer dispositivo de OpenAI con Jony Ive no será un smartphone o un wearable
La compañía busca redefinir la interacción con la IA alejándose de pantallas tradicionales

Ya sabemos un poco más sobre el misterioso dispositivo que preparan OpenAI y Jony Ive, y desde luego no va a ser lo que esperábamos. Tras la adquisición de la startup de Ive por 6.500 millones de dólares, los creadores de ChatGPT han confirmado que no será ni un smartphone ni un wearable, sino algo que quiere plantarse como el tercer dispositivo esencial tras el iPhone y el MacBook. Vaya, que van a por todas.
Según ha informado Engadget, el aparato será consciente del entorno y la vida del usuario, con un diseño compacto que cabe en un bolsillo o se coloca en un escritorio. Lo interesante es que tanto Sam Altman como Jony Ive han decidido huir deliberadamente de las pantallas, algo que consideran clave para crear una nueva forma de relacionarnos con la inteligencia artificial sin las consecuencias negativas de las interfaces de toda la vida.
Un dispositivo que promete revolucionar la interacción con la IA
El proyecto lleva años en desarrollo y Sam Altman no se ha cortado nada al describirlo ante sus empleados. El CEO de OpenAI lo ha definido como "la oportunidad de hacer lo más grande que hemos hecho como empresa", y ha llegado a asegurar que tras probar el prototipo durante un tiempo, se trata de "la tecnología más increíble que el mundo haya visto". Palabras mayores, desde luego.
Lo que sabemos hasta ahora es que será un dispositivo sin pantalla que evita cualquier parecido con teléfonos, wearables o gafas inteligentes. Ive ha sido especialmente crítico con productos recientes como el Humane AI Pin, que según él no han conseguido crear ese "movimiento de diseño nuevo" que pretendían. De ahí que su apuesta sea tan radical: nada de pantallas, nada de interfaces conocidas.
Los números que manejan son de vértigo. OpenAI quiere vender 100 millones de unidades más rápido que cualquier empresa en la historia, con lanzamiento previsto para finales de 2026. Es una meta ambiciosa, pero tiene sentido si tenemos en cuenta el éxito de ChatGPT y el prestigio del antiguo diseñador de Apple en el mundillo tecnológico.
Claro que tampoco va a ser fácil. Convencer a la gente de que adopte un dispositivo sin pantalla tiene su intríngulis, sobre todo cuando ya tenemos los móviles y portátiles bien integrados en nuestro día a día. Y el panorama no invita precisamente al optimismo: ahí tenemos el fracaso del Humane AI Pin, que tuvo que echar el cierre tras las críticas, o las reacciones tibias al Rabbit R1. Crear el dispositivo perfecto de IA parece más complicado de lo que pensábamos.
Pero Ive precisamente quiere evitar esos errores del pasado. Su enfoque, el mismo que ya cambió las reglas del juego con el iPhone original, ahora se centra en un dispositivo que sea realmente consciente del entorno del usuario sin recurrir a pantallas. Es arriesgado, sí, pero si funciona podría marcar el futuro de los dispositivos inteligentes.
La alianza entre OpenAI y Jony Ive es, sin duda, una de las más interesantes que hemos visto últimamente en el sector tecnológico. Si consiguen que su idea funcione de verdad, igual sí que estamos ante algo que cambie nuestra forma de relacionarnos con la tecnología y la inteligencia artificial.