El primer trabajo de Jony Ive dentro de la alianza con OpenAI no es un wearable
Documentos judiciales desvelan que el proyecto conjunto no será un wearable y confirman que su lanzamiento se retrasará hasta 2026 como mínimo

Una demanda por infracción de marca ha revelado detalles inéditos sobre el primer dispositivo de hardware que OpenAI desarrolla junto al legendario diseñador de Apple, Jony Ive. Los documentos judiciales confirman que el proyecto no será un wearable ni un dispositivo de oído, acabando con las especulaciones sobre auriculares inteligentes o dispositivos corporales que llevaban meses circulando.
El lío viene de una disputa legal con iyO, una startup respaldada por Google que desarrolla auriculares personalizados con IA. Esta compañía acusa a OpenAI de robarle su marca registrada al usar el nombre "io" para su nueva división de hardware, tal y como cuenta The Verge. Tras una orden judicial, OpenAI tuvo que borrar toda mención pública de "io" de sus redes y página web.
Lo que sabemos del dispositivo misterioso
En declaraciones judiciales del 16 de junio, Tang Tan —director de hardware de io y exejecutivo de Apple— soltó información jugosa sobre el proyecto. El prototipo "no es un dispositivo de oído ni un wearable" y su diseño "aún no está finalizado". También confirmó que no veremos nada hasta "al menos 2026", así que toca esperar.
Sam Altman ya había dado pistas antes, describiendo el dispositivo como algo que "cabe en un bolsillo o se coloca en un escritorio". Esto sugiere un formato más bien de escritorio o portátil, nada que ver con llevarlo puesto. Ahora los documentos judiciales le dan más sentido a esas palabras.
Los papeles también cuentan que los ejecutivos de OpenAI e io se reunieron con iyO en mayo para ver qué tal funcionaban sus auriculares. Pero por lo visto, las demos fueron un desastre por problemas técnicos constantes, según los correos que se han filtrado. Aun así, iyO dice que OpenAI conocía su marca desde 2022.
La investigación previa ha sido de manual. OpenAI e io se compraron más de 30 modelos de auriculares diferentes y probaron de todo: dispositivos de escritorio, móviles, inalámbricos, con cable, portátiles y wearables. Como ya se venía rumoreando, la idea es cambiar completamente cómo interactuamos con la IA.
Altman e Ive no se han mordido la lengua criticando productos como el Rabbit R1 y el Humane Ai Pin, que han calificado de "muy deficientes". Normal, si quieren crear algo totalmente nuevo que se aleje de las pantallas de siempre y se centre más en comandos de voz.
Todo empezó cuando OpenAI se hizo con la startup de hardware de IA que había montado Ive tras dejar Apple, pagando 6.500 millones de dólares por ella. La integración fue el primer paso hacia hacer hardware de verdad, no solo software.
El hype es brutal desde que Ive confirmó que quería crear "el iPhone de la IA" junto a Altman. En entrevistas anteriores, Ive ya había dejado claro que apostaba por un dispositivo basado en voz, no en pantallas, confirmando por dónde van los tiros del proyecto.
Mientras tanto, la jueza federal Trina Thompson ha decidido que iyO tiene argumentos suficientes para llevar el caso a juicio en octubre. OpenAI ha borrado toda promoción de io y dice que "no está de acuerdo con la demanda", aunque el follón legal ya ha puesto al descubierto información que preferían mantener en secreto.
Este es el primer intento serio de OpenAI de hacer hardware tras el pelotazo de ChatGPT. Con Ive diseñando y Altman vendiendo la colaboración como "revolucionaria", el dispositivo misterioso podría cambiar para siempre cómo hablamos con las máquinas.