Estados Unidos prepara sus bombarderos más antiguos para la guerra del futuro

El Pentágono destinará 50 millones de dólares para que estos bombarderos de 30 años puedan lanzar misiles a 6.000 km/h y competir con las armas chinas

Estados Unidos prepara sus bombarderos más antiguos para la guerra del futuro
Los nuevos soportes externos permitirán que cada B-1B transporte hasta 36 misiles, duplicando su capacidad de ataque mientras Washington espera al B-21 Raider
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Estados Unidos va a darle una segunda vida a sus bombarderos más veteranos. Los B-1B Lancer, unos aviones de 30 años que parecían destinados al retiro, van a recibir la capacidad de lanzar misiles hipersónicos. La razón es sencilla: China está desarrollando armas que vuelan a velocidades imposibles de interceptar, y Washington no quiere quedarse atrás.

El Pentágono ha destinado más de 50 millones de dólares en su próximo presupuesto para instalar nuevos soportes en las alas de estos bombarderos. Según Interesting Engineering, cada avión podrá cargar hasta 36 misiles combinando su bodega interna con los nuevos puntos de anclaje externos que antes estaban reservados para armas nucleares.

Misiles que vuelan más rápido que el sonido

La cosa funciona así: estos nuevos soportes permiten colgar armas de hasta 2.268 kilos en cada punto. Son como perchas gigantes diseñadas para transportar los misiles más avanzados que tiene Estados Unidos. Boeing ya probó el sistema y logró soltar una carga de prueba sin problemas.

Lo interesante es que van a usar estos bombarderos para probar el AGM-183A ARRW, un misil que había sido cancelado el año pasado pero que ahora vuelve a recibir dinero. Este proyectil puede volar a más de 6.000 kilómetros por hora, cinco veces más rápido que el sonido. A esa velocidad, es prácticamente imposible de parar.

También está en desarrollo el HACM, otro misil hipersónico que funcionaría como un misil de crucero tradicional pero muchísimo más rápido. La idea es simple: si China tiene armas hipersónicas, Estados Unidos necesita tenerlas también.

Todo esto tiene que ver con el Indo-Pacífico, donde China está expandiendo su presencia militar. Los B-1B modernizados podrían atacar barcos o instalaciones enemigas desde distancias enormes, sin meterse en zonas peligrosas donde los sistemas de defensa chinos podrían derribarlos.

Mientras tanto, el nuevo bombardero furtivo B-21 Raider sigue en desarrollo, pero los problemas de producción y los sobrecostos han retrasado su llegada. Los B-1B se han convertido en el plan B hasta que el avión del futuro esté listo.

La flota actual son 42 aviones, aunque planean llegar a 44. No es una cantidad impresionante, pero cada uno podrá llevar un arsenal considerable. Para hacerse una idea: un solo B-1B modernizado podría transportar más misiles que varios cazas juntos. Como dijo Troy Dawson de Boeing: "Esta iniciativa salvó dos años de desarrollo". En el mundo militar, el tiempo es oro, especialmente cuando tu principal rival está desarrollando armas similares.

Es curioso cómo estos bombarderos, que ya parecían cosa del pasado, se están convirtiendo en piezas clave para el futuro. Otros aviones veteranos como el F-16 siguen la misma filosofía: mejor modernizar lo que funciona que esperar a que llegue lo nuevo. La competencia tecnológica se está intensificando, y proyectos como el Tempest europeo demuestran que no solo Estados Unidos y China están en esta carrera. La aviación militar está cambiando rápidamente, y los B-1B son la respuesta inmediata de Estados Unidos.

Aunque algunos expertos defienden los aviones autónomos, los B-1B siguen apostando por pilotos humanos. Esta combinación de experiencia y tecnología podría ser crucial cuando Estados Unidos se enfrente a nuevos drones chinos que desafían su supremacía aérea. Lo que está claro es que estos bombarderos no van a jubilarse pronto. La modernización del B-1B demuestra que, en el mundo militar, la adaptación puede ser más valiosa que empezar desde cero.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!