Google le da la vuelta a la tortilla: los creadores de ChatGPT le tienen tanto miedo a Gemini 3 que han implantado un "código rojo" en la compañía

Sam Altman, CEO de OpenAI, declara una situación de máxima emergencia interna para mejorar la calidad de ChatGPT, retrasando otros proyectos, tras la espectacular irrupción del nuevo modelo de inteligencia artificial de Google

Google le da la vuelta a la tortilla: los creadores de ChatGPT le tienen tanto miedo a Gemini 3 que han implantado un "código rojo" en la compañía
La medida supone la pausa forzosa de varias iniciativas estratégicas de la empresa para concentrar todos sus esfuerzos en la supervivencia del producto que les hizo líderes
Publicado en Tecnología

Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, ha declarado un "código rojo" en toda la empresa, una medida de máxima urgencia para redirigir todos los recursos disponibles hacia la mejora de ChatGPT, esta decisión, comunicada en un memorando interno al que ha tenido acceso el Wall Street Journal, parece ser la respuesta directa al aumento de la presión competitiva, que se ha intensificado hasta niveles críticos tras el lanzamiento del modelo Gemini 3 de Google.

La medida supone la pausa forzosa de varias iniciativas estratégicas de la empresa para concentrar todos sus esfuerzos en la supervivencia del producto que les hizo líderes. Este giro táctico refleja una carrera por la supremacía en IA que se recalienta semana a semana, Nick Turley, director de ChatGPT, reconoció en la red social X el esfuerzo, afirmando que el enfoque ahora es hacer el asistente "aún más intuitivo y personal".

El desembarco de Gemini 3, la chispa que encendió el polvorín

A mediados de noviembre, Google presentó Gemini 3, la última versión de su modelo de lenguaje, que inmediatamente superó a ChatGPT en una serie de benchmarks (pruebas de referencia) del sector, este avance técnico no pasó desapercibido para la industria; ejecutivos como Marc Benioff, CEO de Salesforce, declararon abiertamente en redes sociales que, tras probar Gemini 3, no volverían a ChatGPT, elogiando su salto en razonamiento y velocidad.

Técnicamente, la nueva versión de Gemini ha establecido un nuevo estandar, pero, en el plano del mercado, su crecimiento también es arrollador: Google anunció que los usuarios activos mensuales de Gemini saltaron de 450 millones en julio a 650 millones en octubre, aunque ChatGPT aún reporta unos formidables 800 millones de usuarios semanales, la trayectoria ascendente de su competidor más directo ha activado todas las alarmas en las oficinas de OpenAI.

La cricular de Altman hace especial hincapié sobre los frentes en los que ChatGPT debe mejorar urgentemente; no se trata solo de "hacerlo más listo", deben centrarse en mejorar la experiencia de uso diario para todos sus usuarios.

Las prioridades son tres: aumentar la velocidad y fiabilidad de las respuestas, desarrollar funciones de personalización más avanzadas para cada usuario, y ampliar la gama de preguntas y tareas que el chatbot puede resolver de manera competente.

Este esfuerzo supone una movilización total de la organización, Altman ha impulsado transferencias temporales de equipos hacia el proyecto ChatGPT y ha establecido reuniones diarias con los responsables de esta mejora, según informa el Wall Street Journal, la situación es tan grave que ya se había declarado un "código naranja" previamente, llegando ahora al nivel máximo de urgencia dentro de su escala interna.

Para ganar esta batalla, OpenAI está sacrificando otras campañas, el "código rojo" implica el retraso indefinido de varias iniciativas que hasta ahora se consideraban claves, entre los proyectos afectados se encuentran el desarrollo de agentes de IA especializados en salud y compras, un asistente personal avanzado llamado Pulse, y los planes para integrar publicidad dentro de ChatGPT.

No voy a pintar a OpenAi como si fuera una pequeña empresa sufriendo ante el monopolio del gigante Alphabet, pero sí que es cierto que la empresa de Altman pasa por un momento delicado en cuanto a financiación, encontrándose en medio de una fase de incremento de infraestructuras muy costosa y embarrado en proyecciones que anticipan pérdidas de capital en varios de sus proyectos, mientras que Google y su matriz tienen, seamos honestos, dinero practicamente ilimitado, aun así, no daría por muerto al bueno de Altman, mejor esperar a ver que pasa.

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