La gran purga: por qué Amazon, Meta y UPS están despidiendo a miles de personas (y por qué se van a arrepentir)
Amazon, Meta y UPS han despedido a decenas de miles de empleados esta semana apostando por IA que solo completa el 3% de las tareas humanas
Amazon ha anunciado el despido de 14.000 empleados, UPS eliminará hasta 48.000 puestos, Paramount prescinde de 1.000 trabajadores, Target despide a 1.800 y Meta recorta 600 en su laboratorio de inteligencia artificial. Son despidos concentrados en una sola semana que afectan principalmente a trabajos de oficina cualificados, según explica Gizmodo.
Las compañías justifican los recortes apostando por automatización e inteligencia artificial para sustituir estos puestos. El mercado laboral está paralizado: no hay contrataciones nuevas, no hay ascensos, no hay movilidad interna. Los directivos confían en que los sistemas de IA pueden hacer el trabajo de estos empleados con estudios superiores que antes tenían empleo estable y desarrollo profesional.
Un 3% de efectividad real
El Center for AI Safety ha publicado un estudio que mide la efectividad de los agentes de IA en tareas laborales reales. Los resultados muestran que solo completan el 3% de las tareas que los humanos hacen de forma fiable. Amazon, mientras tanto, prepara despidos de hasta 30.000 empleados vinculados directamente a la automatización y la presión por inversiones en IA. Es el mayor ajuste de personal de la historia de la compañía de Jeff Bezos, que afectará a múltiples divisiones.
Meta ha despedido esta semana a 600 empleados de su división de IA, justificándolo como reorganización para priorizar el desarrollo de superinteligencia. Un informe de Forrester revela que más de la mitad de las empresas se arrepienten de haber intentado reemplazar trabajadores por sistemas automatizados. Los fracasos operativos son tan frecuentes que muchas compañías están recontratando personal humano, aunque con salarios más bajos y recurriendo a deslocalización en otros países para compensar los errores cometidos.
El patrón se repite en varias empresas: despiden confiando en la IA, los sistemas fallan en tareas complejas y vuelven a contratar con peores condiciones. Ingenieros y técnicos despedidos tras automatizaciones fallidas consideran que trabajar con ordenadores les condena al paro por culpa de promesas tecnológicas incumplidas. Las compañías usan mano de obra barata para corregir errores de los sistemas de IA que se vendieron como sustitutos del talento humano cualificado.
En España la automatización empieza a afectar sectores que antes ofrecían estabilidad, aunque las protecciones laborales son más fuertes que en Estados Unidos. La regulación europea puede frenar despidos masivos como estos, pero las tendencias de Silicon Valley acaban cruzando el Atlántico con más o menos intensidad. Las cifras del Center for AI Safety dejan claro que la tecnología actual no puede sustituir trabajo complejo como prometen los directivos que están ejecutando estos recortes.