La IA quema dinero e incluso OpenAI, dueña de ChatGPT, ha perdido tantos $$$ como el PIB de varios países
La cantidad de dinero que ha perdido OpenAI este año es tan importante que superaría ampliamente el PIB de muchos países, aunque les queda una enorme reestructuración por delante y su próxima salida a Bolsa para ganar oxígeno
Hace sólo unos días que Sam Altman sacaba pecho con las cifras de OpenAI retando además a sus críticos, aunque lo cierto es que en la meteórica evolución de la IA hay más valores negativos que positivos en prácticamente todos los parámetros, ya sean energéticos, económicos o de optimización de procesos. Y aún así, todos continúan para posicionarse en una industria de futuro tirando el dinero a manos llenas, con la propia OpenAI lanzando recientemente Sora para móviles Android permitiéndonos así crear vídeo incluso sin necesidad de un PC.
Sea como fuere y por muy útiles que nos parezcan estas herramientas de IA, lo cierto es que en las últimas semanas, los compañeros de The Register habían estado completando un informe de ganancias de Microsoft que se publicó recientemente en medios como Futurism, donde se hacen eco de informaciones que apuntan de forma directa a OpenAI como una hoguera de dólares que reporta unas cifras económicas más que negativas.
De hecho, es que la propietaria de ChatGPT habría perdido la friolera de 11.500 millones de dólares en el trimestre pasado, nada menos, con unas cifras comparables al PIB de muchos países que ilustran el ingente gasto que nos está suponiendo a toda la humanidad -y al planeta por extensión- el impulso desmedido de la industria de la IA.
OpenAI se reestructura como empresa con ánimo de lucro, saldrá a Bolsa y continuará invirtiendo
Las enormes pérdidas de OpenAI eran esperadas, aunque esta máquina de gastar dinero pierde su esencia ya reestructurada como una empresa con ánimo de lucro, que buscará así recaudar más y ganar más monetizando sus servicios. De hecho, la idea de OpenAI es cotizar en el mercado de valores saliendo a Bolsa en los próximos trimestres con una Oferta Pública Inicial estratosférica.ç
Dicen algunas fuentes, como Reuters, que la valoración de la OPI sería de más o menos 1 billón norteamericano de dólares, en realidad 1.000 millones de dólares concretamente de forma aproximada, lo que significa doblar su valoración actual en los mercados y saltar al parqué con una de las ofertas públicas iniciales más grandes de toda la historia.
Obviamente no hay detalles extremadamente fiables pues OpenAI no ha revelado sus datos financieros de forma pública, aunque se extraen del documento en el que Microsoft explica que sus beneficios netos restaron 3.100 millones de dólares por su inversión en OpenAI, contando con que los de Redmond son dueños de un 27% de la compañía capitaneada por Sam Altman.
OpenAI planea ingresar más de 20.000 millones de dólares en 2025, aunque en el primer semestre sólo habían metido en caja 4.300 millones con unas pérdidas similares, de 13.500 millones de dólares... ¡Es una máquina de gastar dinero!
OpenAI no espera frenar la sangría de inversiones y pérdidas en los próximos trimestres, sino que sus intenciones son incrementar sus ingresos hasta unos 20.000 millones de dólares a finales de este año 2025, algo que contrasta con los 4.300 millones de dólares ingresados en el primer semestre, donde se registraron pérdidas similares de unos 13.500 millones.
Sinceramente las cifras abruman y no es para menos, no en vano es que muchos analistas habían cifrado el volumen de negocio de OpenAI para 2030 en unos 200.000 millones de ingresos, gracias a la popularidad y penetración de ChatGPT, que cuenta ya con 800 millones de usuarios activos. El problema es que la mayoría usan la versión gratuita, con sólo 20 millones de usuarios premium que pagan por el servicio.
Ya veremos si esa cotización en Bolsa ayuda a OpenAI a ganar oxígeno y músculo, con acuerdos ya firmados como el que tienen con Oracle, comprometiendo 300.000 millones de dólares en potencia informática durante los próximos cinco años. Lo más seguro es que su ejemplo se utilice para calibrar la burbuja de la IA como pasó en su momento con las 'puntocom', así que tocará seguir sus avances con atención y una cierta dosis de desconfianza y escepticismo.