Los multimillonarios están comprándose refugios nucleares a montones como si fuera 'Fallout', pero estos tienen un gran problema

En algunos países, los ciudadanos tienen derecho a ingresar en un refugio financiado por el estado

Los multimillonarios están comprándose refugios nucleares a montones como si fuera 'Fallout', pero estos tienen un gran problema
El temor nuclear va 'in crescendo'
Publicado en Tecnología

Ante un panorama mundial cada vez más incierto, la construcción de refugios nucleares está experimentando un auge sin precedentes, especialmente entre las élites que más dinero tienen para permitírselo. El fundador de OpenAI, Sam Altman, es uno de estos preparacionistas y lo tiene todo dispuesto para sobrevivir a un supuesto holocausto nuclear. Sin embargo, los expertos cuestionan la verdadera eficacia de estas instalaciones, de hecho, señalan que podrían ser más un mecanismo psicológico de defensa que una solución real ante un ataque nuclear. Sobre todo con el avance de la tecnología nuclear. Al fin y al cabo, incluso los Estados Unidos ya han empezado de nuevo a crear nuevas armas nucleares.

Según un artículo publicado en Futurism, el negocio de los búnkeres mueve cifras millonarias, con un valor estimado de 137 millones de dólares el año pasado y una proyección de crecimiento hasta los 175 millones para finales de la década. Se trata de cifras bastante grandes para el tipo de negocio del que estamos hablando. Los usuarios de estos búnkeres nucleares suelen tener un poder adquisitivo verdaderamente alto, aunque también hay personas de clase media interesadas en estar preparadas para estas situaciones.

El preparacionismo gana adeptos entre las clases altas

La creciente demanda de refugios parece estar impulsada por la sensación de vulnerabilidad ante las tensiones geopolíticas y la amenaza nuclear latente. Para muchos, la idea de tener un lugar seguro donde resguardarse proporciona una falsa sensación de control en un mundo impredecible. No obstante, la realidad es mucho más cruda. Como explican los expertos consultados por Futurism, tarde o temprano, los ocupantes de un búnker tendrían que salir a la superficie y enfrentarse a un escenario devastador y posiblemente irradiado en el que la vida sería técnicamente imposible. Así, no es tan sencillo como en 'Fallout', dónde si lo pensamos friamente tampoco lo es. En cualquier caso, todo esto es un reflejo de la situación de auge de la tecnología nuclear, como los submarinos autónomos. Además, la formación de distintos bloques con intereses dispares ha hecho que la posibilidad de una guerra nuclear vuelva a sonar con fuerza.

Alicia Sanders-Zakre, de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, describe la radiación posterior a una detonación nuclear como un "aspecto singularmente horrible" de estas armas. Incluso aquellos que sobrevivan a la lluvia radiactiva se verían afectados por consecuencias sanitarias a largo plazo y que se transmiten de generación en generación, similares a las observadas en Chernóbil tras el accidente de su reactor nuclear en el año 1986. A esto habría que sumarle una escasez generalizada en todos los aspectos, no habría agricultura y los terrenos habrían quedado impracticables para la misma, así que el control real de la vida sería imposible.

Otros consideran que la posibilidad de supervivencia a un evento nuclear podría ser claramente mayor con estas tecnologías de la mano de los usuarios más ricos. Pero seguiría siendo compleja a largo plazo. En el pasado, sobre todo en Estados Unidos se ha alentado a la población a tener sus propios refugios nucleares por lo que pueda pasar. De hecho, la gran mayoría de personas preocupadas por esta situación suelen ser de este país. En tiempos de la Guerra Fría fue un negocio muy floreciente, y parece que ahora está en boga de nuevo.

De hecho en Estados Unidos este fenómeno tiene nombre. Se hacen llamar preparacionistas y la cultura prepper es bastante interesante. Se preparan para el fin del mundo o el fin de la civilización, así como a largas guerras civiles o cuestiones similares, algo que se ha reflejado en la cultura popular en series como The Last of Us con el personaje de Bill.

En cambio, en España es algo que nos resulta bastante menos explorado, en buena medida porque el país nunca ha vivido una verdadera amenaza nuclear, ni siquiera el evento acaecido en Chernóbil afectó a España, que se vio protegida por la cordillera pirenaica. Pero, otros países que no la han vivido, como Suiza, por ejemplo, cada residente tiene garantizado un lugar en un refugio en caso de guerra nuclear, el gobierno está invirtiendo cientos de millones de dólares en la modernización de su extensa red de búnkeres de la época de la Guerra Fría.

Concretamente, sería en 1963 cuando el país prepararía esta norma. Una fecha de absoluto auge de la Guerra Fría, por lo que el temor nuclear era máximo. Sin embargo, esta medida no se debe exclusivamente al pánico nuclear, sino que también puede ser efectivo a la hora de guarecer a la población en una situación de guerra convencional.

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