Ni capitán, ni marineros, esta empresa quiere crear barcos autónomos
La startup Blue Water Autonomy ha obtenido 14 millones de dólares para desarrollar buques que navegan solos, sin capitán ni tripulación a bordo

Los barcos sin nadie a bordo pronto podrían ser una realidad en las aguas internacionales. Sin capitán que grite órdenes ni marineros que ejecuten maniobras, una nueva generación de embarcaciones autónomas está a punto de zarpar. Se trata de buques controlados por computadoras que navegarán solos, decidirán rutas y completarán misiones por su cuenta, cambiando por completo cómo entendemos el transporte marítimo y las operaciones navales.
Según iFL Science, la startup Blue Water Autonomy ha irrumpido en el sector naval con un proyecto de buques de guerra autónomos. Fundada en 2024 por exmilitares e ingenieros de Amazon Robotics, la empresa acaba de obtener 14 millones de dólares en financiación de fondos como Eclipse y Riot Ventures, en un momento donde la seguridad marítima se ha convertido en prioridad estratégica.
La navegación del futuro ya está aquí
Blue Water ha desarrollado un sistema que permite la operación autónoma mediante sensores avanzados y algoritmos de navegación. Actualmente prueba un prototipo de 100 toneladas en Boston, similar a los avances de Waymo con sus vehículos sin conductor, que han demostrado reducir significativamente los accidentes.
Estos buques prometen reducir costos operativos hasta un 30% y minimizar riesgos humanos en zonas de conflicto. También mejoran la precisión en rutas, evitando errores responsables del 75% de accidentes marítimos. Un enfoque comparable al de Tesla con sus Robotaxis, diseñados para funcionar sin conductores (y, en este caso, funcionando).
¿Por qué tanto interés en barcos sin tripulación? Los ataques de los hutíes en el Mar Rojo y el imparable crecimiento naval de China están detrás de esta carrera. Mientras EEUU se esfuerza por mantener su flota, los astilleros chinos fabrican barcos a un ritmo cinco veces mayor, alterando el equilibrio de poder marítimo. No es casualidad que Rusia apueste también por tanques autónomos para sus operaciones terrestres, buscando ventajas militares sin arriesgar vidas humanas.
"La autonomía marítima es crítica para mantener la disuasión frente a China y Rusia", afirma Seth Winterroth de Eclipse. Blue Water busca convertirse en proveedora del Departamento de Defensa estadounidense, explorando también aplicaciones civiles. El desarrollo requiere componentes especializados, similar a la colaboración Tesla-Samsung para hardware de conducción autónoma.
Pero no todo son ventajas. Los buques autónomos deben superar problemas de seguridad informática, un marco legal inexistente y un duro impacto laboral, con 900.000 empleos en riesgo para 2035. Son dificultades parecidas a las que Huawei tuvo con su coche autónomo, cuando las regulaciones frenaron su desarrollo en múltiples mercados.
La Armada de EE.UU. ya navega sin tripulación desde 2021, cuando su buque NOMAD recorrió más de 8.000 kilómetros controlándose solo el 98% del tiempo. En paralelo, China acaba de permitir el primer taxi volador autónomo, llevando esta misma idea del mar al cielo con vehículos que vuelan sin piloto.
El impacto va más allá de lo militar. Con estos barcos, el transporte marítimo podría ser un 20% más barato, contaminar menos y permitir que países sin grandes flotas compitan en igualdad de condiciones. Un cambio tan radical como cuando se pasó de los veleros a los buques con motor, que transformó para siempre el comercio mundial y la forma de moverse por los mares.