Ni robots ni despidos: la verdadera razón por la que las grandes marcas están metiendo Inteligencia Artificial en tus herramientas
Marcas como Milwaukee o Hilti usan la etiqueta "IA" para vender conectividad y sensores de protección, no para sustituir a los operarios
Milwaukee, DeWalt y Hilti han empezado a llenar las ferreterías con herramientas que llevan la pegatina de "Inteligencia Artificial", pero la realidad es mucho más aburrida que un robot autónomo. Lejos de la ciencia ficción, estas marcas están usando el término de moda para venderte taladros y sierras con más sensores, conectividad y control de datos, pero que siguen dependiendo totalmente de tus manos para funcionar.
El análisis de Popular Mechanics deja las cosas claras: estas máquinas no van a quitarle el oficio a nadie. A diferencia de lo que pasa en oficinas donde la IA se usa para recortar plantillas, en la obra lo que se busca es que la herramienta no se rompa y que nadie te la robe, justificando de paso el precio de los equipos profesionales modernos.
Marketing para vender sensores de toda la vida
La mayoría de lo que hoy te venden como "inteligente" son funciones de telemetría básicas con un nombre nuevo. Sistemas como Milwaukee One-Key o DeWalt Tool Connect usan Bluetooth para localizar el equipo o bloquearlo desde el móvil si desaparece. Es útil para no perder material, pero llamar a esto "Inteligencia Artificial" es estirar mucho el chicle; básicamente es un candado digital con GPS.
Lo único que se acerca a una utilidad real está en plataformas como Hilti Nuron. Aquí las baterías sí monitorizan activamente la temperatura y la energía para avisarte antes de morir. Esto sirve para evitar parones en mitad del trabajo, distanciándose del miedo a que la IA esté devorando puestos de trabajo que vemos en otros sectores. Aquí la tecnología no sustituye al humano, simplemente evita que se quede tirado sin carga.
Lo que sí vamos a ver más son herramientas que "sienten" mejor lo que tocan. Ya hay escáneres de pared de Bosch que detectan materiales con mucha precisión o taladros que bajan la potencia solos si notan que la broca se atasca. La máquina no aprende a construir una casa, pero sí aprende a proteger su propio motor para no quemarse por un calentón.
Al final, lo que te llevas a la obra no es un robot que te haga el trabajo sucio, sino una herramienta que sabe cuidarse sola. Le ponen la etiqueta de Inteligencia Artificial porque vende mucho más que decir "sensores avanzados", pero la realidad es que el taladro sigue siendo igual de tonto si no hay un operario cualificado apretando el gatillo.