Donald Trump ha lanzado su propio smartphone Android: así es el Trump T1
El presidente registra las marcas "Trump" y "T1" para crear una red móvil propia con tiendas físicas exclusivas

El mundo de los smartphones acaba de recibir un nuevo jugador inesperado: Donald Trump. DTTM Operations LLC ha registrado las marcas "Trump" y "T1" para servicios de telecomunicaciones, dispositivos móviles y accesorios ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos. Los documentos del 12 de junio muestran que el presidente va en serio con esta apuesta tecnológica.
Los detalles publicados en The Verge revelan que la solicitud incluye desde servicios inalámbricos hasta establecimientos comerciales dedicados exclusivamente a la venta de productos Trump. La modalidad "intent-to-use" obliga legalmente a la empresa a comercializar estos productos en un plazo máximo de 36 meses, así que parece que la cosa va en serio.
Trump Mobile Network: más que un simple teléfono

Donald Trump sigue levantando monumentos a su propia figura con este teléfono
El proyecto no es solo otro smartphone más en el mercado. Trump Mobile Network pretende ser una red de telefonía móvil con cobertura nacional que haría la competencia a operadores como Verizon, AT&T y T-Mobile. Resulta irónico que esto ocurra cuando las propias políticas de Trump han hecho que los smartphones coticen a la baja según los últimos datos de IDC.
El dispositivo T1 formaría parte de un ecosistema más amplio que incluiría tiendas físicas exclusivas. Josh Gerben, abogado especializado en patentes, considera que la especificidad de las aplicaciones indica que van en serio con el proyecto, más allá del típico marketing político. De hecho, ya existe una web oficial del T1 Phone con especificaciones técnicas detalladas del dispositivo.
El T1 Phone incluye características modernas como una pantalla AMOLED de 6,8 pulgadas con 120Hz, cámara principal de 50MP, 12GB de RAM y 256GB de almacenamiento interno. Cuenta con Android 15, sensor de huellas en pantalla y desbloqueo facial con IA. La batería de 5000mAh promete autonomía suficiente para un uso intensivo.
Todo esto llega mientras Trump presiona a las tecnológicas estadounidenses. Hace poco amenazó a Apple con imponer aranceles del 25% si no fabrica en Estados Unidos, una medida que provocó una caída del 3% en las acciones de la compañía. También ha criticado que Apple tenga una fábrica de iPhones en India, porque considera que perjudica los intereses estadounidenses.
Los obstáculos son importantes. T-Mobile podría oponerse al registro de "T1" por similitud fonética y sectorial, mientras que la FCC deberá evaluar el cumplimiento normativo. Curiosamente, la comisión está liderada por Brendan Carr, designado por el propio Trump cuando era presidente en su anterior mandato, lo que podría facilitar el proceso regulatorio.
Construir una red móvil independiente requiere inversiones multimillonarias y acuerdos complejos con proveedores de infraestructura. Las telecomunicaciones son un negocio complicado donde no basta con tener buenas intenciones. Sin embargo, Trump no sería el primer personaje público que lo intenta: Ryan Reynolds vendió Mint Mobile a T-Mobile en 2023, y el podcast SmartLess lanzó su operador virtual la semana pasada.
El proyecto también encaja con la ofensiva de Trump contra las empresas tecnológicas chinas. Su administración ha intensificado las sanciones, advirtiendo que las empresas que usen chips de IA de Huawei se enfrentarán a sanciones sin importar su ubicación geográfica.
¿Tiene futuro la apuesta de Trump? En un comunicado estándar, la organización ha señalado que están "explorando oportunidades innovadoras para ofrecer a los estadounidenses alternativas de comunicación alineadas con valores de libertad y patriotismo". El éxito dependerá de la capacidad para movilizar su base de seguidores, aunque los desafíos técnicos y legales son importantes.
Para el conglomerado Trump, sería una expansión hacia sectores tecnológicos, complementando su cartera tradicional de bienes raíces y hoteles. La reacción de T-Mobile y la decisión de la FCC serán clave en los próximos meses. Si algo sabemos de Trump es que le gusta sorprender, aunque en las telecomunicaciones las sorpresas suelen ser caras.