Para qué diablos queremos móviles plegables, si su éxito estaba en parecerse a un teléfono normal
Hoy analizamos la 'revolución plegable' y su gran paradoja... Nos ofrecen más versatilidad a cambio de concesiones, pero su éxito ha llegado sólo cuando han buscado parecerse precisamente a los móviles que querían reemplazar!

Es curioso. Como buen geek y tecnófilo empedernido siempre me han apasionado los gadgets, los nuevos productos y los más revolucionarios aunque también los clásicos y aquellos más nostálgicos, e incluso diría que cualquier cacharro en general y todo tipo de innovaciones en particular. Sin embargo, vivo una relación de amor/odio con los smartphones plegables desde que probase el primer Galaxy Fold hace ya unos años, pues siempre he sostenido que vienen a solucionar problemas que nadie tenía añadiendo otros problemas nuevos y relacionados.
En varias ocasiones he escrito sobre ello, intentando analizar sus ventajas y desventajas de una forma más o menos objetiva con mi experiencia por bandera, aunque hace ya tiempo que los miraba de soslayo y hasta diría que había perdido el interés por ellos. No me convencían, las concesiones eran demasiadas a cambio de un beneficio paupérrimo y todo ello a un precio demasiado elevado.
Reconozco en todo caso que el aterrizaje del nuevo Galaxy Z Fold7 y el timonazo de Samsung con su diseño y prestaciones me había devuelto la esperanza y por ello en las últimas semanas he seguido con más interés la nueva hornada de foldables que los principales actores de la industria nos han presentado orgullosos. El último ha sido un espectacular HONOR Magic V5 que sobresale en Europa con la que quizás sea la mejor carta de presentación de todo este segmento, aunque tenemos en China opciones de nivel súper premium con los vivo X Fold5 y OPPO Find N5, que para mi es ahora mismo la referencia.
De todos modos, tengo malas noticias para mí mismo y para los que esperaban un pasito más en cuanto a valor añadido, pues sin duda los primeros análisis y las primeras reviews en vídeo que he podido ver y leer en estos días han vuelto a bajarme el suflé de forma directa por una cosa muy concreta... Os dejo mi reflexión y ahora discutimos sobre ello:
¿En realidad el éxito de los móviles plegables estaba en parecerse precisamente a los teléfonos que quieren reemplazar?
Concesiones y peajes. Sabemos que son necesarios, ¿pero son razonables?
Cuando este debate o cualquier comparativa los iniciamos hablando de "sacrificios" y pérdidas, es que algo va mal aquí. ¿Por qué tendría yo que renunciar a algo para utilizar un producto nuevo o novedoso? Pues me temo que esto es así, si queremos un plegable vamos a tener que dejarnos cosas por el camino, como el S-Pen o una batería razonable en el caso de Samsung, además de una durabilidad y una resistencia que es menor en todos los casos si atendemos al panel flexible.
No sé si es razonable todo esto o no. Cada uno tiene que valorar lo que es mejor para sus necesidades. En mi caso concreto, nunca he tenido claro que pagar peajes y quedarme con una cámara peor, menos autonomía y sin el stylus S-Pen que sí utilizo -aunque parezca mentira- sea razonable. Quizás por ello, a pesar de haber probado varios Galaxy Z Fold y Galaxy Z Flip en los últimos años, nunca he terminado por quedármelos como mi smartphone de cabecera.
La 'molabilidad' como un concepto a explorar
Estamos ante un concepto nuevo y que me ha encantado, sobre todo después de ver en YouTube la comparativa de nuestro compañero Rubén Ulloa, de Urban Tecno, que también nos mencionaba esos "sacrificios" a cambio de una versatilidad y prometida productividad que obviamente debería ser mayor con una pantalla de mayor tamaño. No cabe duda de que los aficionados a la tecnología siempre queremos estar a la última y no tener un plegable en 2025 quizás no sea estarlo, aunque objetivamente un Galaxy S25 Ultra sea mejor teléfono que un Galaxy Z Fold7... ¡Ay... esa 'molabilidad'!
Y es que en efecto, reconozco que un plegable mola mucho y sacarlo en público todavía más, pues un producto así todavía gira cabezas y tuerce cuellos por allí por donde pasa. La gente siente curiosidad por lo nuevo y este tipo de formatos aún son bastante novedosos, pues su penetración en el mercado, por precio o porque precisamente hay que hacer esos sacrificios, aún es mínima.
Queda claro que esta 'molabilidad' no la tienes con cualquier móvil premium de construcción clásica por muy Ultra que sea, así que todos los geeks, tecnófilos y Early Birds que se precien es bastante lógico que al menos los prueben estos nuevos formatos, se adapten después o no.

El nuevo Galaxy Z Fold7 es más "clásico" que nunca, por lo menos si sólo lo miras de frente
Las ventajas de un plegable, ahora que cerrados se parecen a móviles "normales"
Lo más curioso de todo esto es que el teléfono plegable que nos ha devuelto la esperanza a los más escépticos en que pueden convertirse en productos mainstream, es precisamente el primero que ha buscado de forma directa parecerse a un móvil más clásico, o un 'Bar Phone' como lo denominan en los mercados anglosajones.
Parece una broma pero no lo es, pues en realidad un teléfono plegable, por muy plegable que sea y por mucha pantalla grande y productiva que nos ofrezca, se va a utilizar casi siempre cerrado para las tareas más básicas, que a la postre suponen el 80% del tiempo de uso de un smartphone.
Esto de nuevo me lleva a pensar que estamos ante una paradoja, pues tengo un teléfono con dos pantallas que me ofrece una ventaja importantísima en cuanto a productividad y multitarea, pero al final termino precisando que se parezca a un smartphone clásico porque el 80% del tiempo lo usaré cerrado... ¿Merecen entonces la pena tantos sacrificios? Pues he aquí la gran cuestión que todos y cada uno de nosotros debemos respondernos antes de echarnos al mercado plegable que, ahora sí, apunta al futuro de la industria.
¿Estaremos preparados para el desembarco masivo de opciones plegables en diferentes formatos? ¿Qué respondéis vosotros a la gran pregunta? ¡Me encantará leeros en los comentarios!