El realme GT 8 Pro estrenará una cámara desmontable y diseño ajustable por el usuario
Realme apuesta por la personalización con módulos de cámara intercambiables en tres formas y colores diferentes para su próximo flagship killer

Realme acaba de enseñar en vídeo cómo funciona el sistema de cámara modular de su próximo GT 8 Pro. Es la primera vez que vemos algo así en un móvil: el módulo se desenrosca y se cambia por otro con diferente forma. Hay tres opciones disponibles: redondo, cuadrado y uno con aspecto de robot. Cada uno viene en los tres colores del terminal (blanco, azul y verde), así que tienes nueve combinaciones posibles.
Tal y como se recoge en Android Headlines, el proceso es sencillo: desenroscas el módulo que viene puesto, alineas el nuevo y lo vuelves a atornillar. Realme los venderá por separado, aunque en la caja vendrán las herramientas necesarias para hacer el cambio. El panel trasero es de cristal mate AG y el marco de metal mate, materiales que minimizan las huellas.
Un móvil pensado para aguantar todo el día (y más)

realme ha presentado los nuevos módulos de cámara desacoplables
Ya vimos el diseño hace unas semanas y aquel módulo con forma de cabeza de robot era real, solo que ahora sabemos que es intercambiable. Lo interesante es que la batería supera los 7.500 mAh, con carga rápida de 120W, cifras que te permiten llegar a dos días de uso sin problemas. Eso, sumado al sonido Hi-Res y un precio estimado bajo los 800 euros, pinta bien sobre el papel.
En cuanto a las cámaras, realme firmó hace tres días un acuerdo con Ricoh para el apartado fotográfico. El terminal monta un teleobjetivo de 200 megapíxeles, un sensor principal de 50 megapíxeles y un gran angular de 50 megapíxeles. El sistema incluye el modo Ricoh GR (que simula el comportamiento de las cámaras de esa serie), opción de elegir entre focal de 28mm o 40mm, y un modo Viewfinder que limpia la interfaz de elementos innecesarios.
Por dentro lleva el Snapdragon 8 Elite Gen 5, el procesador más potente de Qualcomm ahora mismo, junto a una pantalla de resolución 2K y tasa de refresco de 144Hz. Son especificaciones de gama alta sin discusión, y la idea de realme es venderlo como un flagship killer: móviles con hardware de primera a precio más ajustado que Samsung o Apple.
Realme lleva tiempo apostando por las baterías grandes como elemento diferenciador. De hecho, han presentado modelos experimentales con hasta 15.000 mAh de capacidad, aunque esos no han salido del mercado chino. El GT 8 Pro usa silicio-carbono, tecnología que permite meter más capacidad en menos espacio. Por eso consiguen superar los 7.500 mAh sin que el móvil parezca un ladrillo.
El lanzamiento está previsto para las próximas semanas, aunque todavía no hay fecha concreta. Lo del sistema modular es curioso, pero queda por ver la respuesta del mercado ante la posibilidad de pagar extra por módulos intercambiables en lugar de usar una funda. Al final, es una apuesta por la personalización en un mercado donde todos los móviles se parecen bastante entre sí.