La estrategia definitiva de China para dominar la inteligencia artificial: ni las sanciones ni la escasez
China acelera su carrera en IA integrando estas funciones en apps masivas como WeChat o Taobao, sorteando la escasez de chips y las restricciones internacionales
Tencent y Alibaba van a liderar el crecimiento de la inteligencia artificial en China durante 2026, según JPMorgan. La escasez de chips avanzados no va a frenar el desarrollo de estas tecnologías a corto plazo, y las grandes tecnológicas del país están sorteando las restricciones mediante un método que empieza a dar resultados: integrar la IA directamente en aplicaciones que ya usan millones de personas, como WeChat o Taobao, en lugar de lanzar productos separados que compitan con ChatGPT.
El South China Morning Post recoge el informe, donde los analistas señalan que el modelo chino prioriza la adopción masiva sobre el desarrollo de servicios independientes. Los chatbots como Yuanbao de Tencent o Doubao de ByteDance crecen en usuarios, pero su peso sigue siendo limitado comparado con otras apps del ecosistema chino.
IA dentro de las apps, no apps de IA
WeChat integra asistentes conversacionales en los chats, Taobao añade recomendaciones generativas en las búsquedas de productos, y plataformas de vídeo como Douyin incluyen herramientas de edición automática. ¿En qué se traduce esto? En que la gente usa funciones de IA sin saber que lo está haciendo, algo completamente diferente al modelo occidental.
Los analistas de JPMorgan también dejan claro algo importante: todavía no existe monetización directa de la IA en China. La gente usa las herramientas, pero nadie está pagando suscripciones mensuales por ellas. El negocio real viene del consumo de tokens y del tráfico que estas funciones generan hacia otros servicios de pago. Quien realmente factura con todo esto son los proveedores de servicios en la nube y los fabricantes de servidores y memoria RAM, que venden la infraestructura necesaria para procesar millones de peticiones diarias.
La falta de bloqueos inmediatos por la escasez de chips indica que las restricciones pesan menos de lo esperado. China ha desarrollado alternativas locales que funcionan bien para aplicaciones comerciales, aunque no igualen en potencia bruta a los procesadores de Nvidia. Las sanciones estadounidenses han acelerado esta independencia tecnológica, y empresas como Huawei ya fabrican semiconductores propios suficientemente potentes para entrenar y ejecutar modelos de IA de uso comercial. También ayuda que el país esté invirtiendo cantidades enormes en infraestructura energética optimizada para centros de datos, lo que reduce costes operativos y compensa las limitaciones técnicas de los chips.
Como viene siendo habitual, el CEO de Nvidia ha reconocido que China tiene ventajas estructurales como electricidad más barata, regulaciones flexibles y planificación a largo plazo que favorecen el desarrollo de IA. Jensen Huang lleva meses advirtiendo que el país asiático podría ganar la carrera tecnológica precisamente por estos factores, que van más allá del hardware.
Y los datos le dan la razón: empresas como Alibaba Cloud han bajado drásticamente los precios de sus modelos más avanzados, con Qwen3-Max costando ahora la mitad que en septiembre y quedándose por debajo de GPT-4 y Gemini en precio mientras mantiene prestaciones comparables.
JPMorgan predice que la IA china va a seguir creciendo en 2026 pese a las restricciones externas. Pekín refuerza el control regulatorio sobre la IA para evitar contenido falso y otros abusos, pero sin frenar el desarrollo tecnológico. Un equilibrio complicado entre vigilancia y competitividad que, de momento, parece estar funcionando.