FiiO FX15, análisis: así suenan unos IEM pensados para escuchar absolutamente todo

Estrenamos un nuevo tipo de auriculares con este análisis, adentrándonos de pleno en el universo de los in-ear monitors o IEMs. Es una parte de la audiofilia en la que llevo tiempo metido y donde me siento muy cómodo. Los auriculares inalámbricos —incluidos modelos de factura exquisita como los Bowers & Wilkins PX8 S2— son muy prácticos, pero el cable tiene algo que no se puede imitar: sonido sin pérdidas real.

El punto de partida de este análisis llegó en el encuentro con medios organizado por Zococity, donde vimos las novedades que vendrán de la Hi-Fi asiática y pude probar varios IEMs en condiciones. Entre ellos, uno que me llamó la atención desde el primer momento por su planteamiento técnico y que por fin he podido poner a prueba con calma: los FiiO FX15.

Los FX15 son, desde el primer vistazo, unos IEMs particulares. No sólo por el diseño, los conectores intercambiables o el cable trenzado, sino por la arquitectura de drivers que utilizan y por cómo eso afecta a la escena, la separación y la respuesta tonal. Ahí es donde la cosa se pone interesante de verdad.

Y antes de meternos en harina, un apunte rápido: su precio tiene sentido por lo que llevan dentro y por lo que ofrecen, pero tampoco son unos IEMs para todo el mundo. Si vienes del mundo Bluetooth o de gamas más modestas, su forma de presentar la música puede pillarte a contrapié; al fin y al cabo, como comenté en mi crónica de la visita al showroom de Bowers & Wilkins en Barcelona, es difícil tener un mapa auditivo para algo que no se ha oído antes.

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• Precio de los FiiO FX15 y dónde comprar
• Ficha técinca de características
• Diseño
• Calidad de sonido
• Mejores alternativas a los FiiO FX15
• Conclusión

Precio de los FiiO FX15 y dónde comprar

Los FiiO FX15 se pueden comprar en distribuidores como Amazon y en tiendas como Zococity por 799,99 euros (precio oficial del fabricante).

Zococity (distribuidor oficial de FiiO en España)| Comprar FiiO FX15 (799,99 €)

Ficha técinca de características

Diseño

Detalle de la cápsula transparente con los drivers a la vista de los FiiO FX15 | Imagen: Sergio Agudo

A nivel visual, los FX15 son una exhibición de ingeniería a través de resina transparente. FiiO ha utilizado impresión 3D de alta precisión para crear unas cápsulas que, lejos de esconder sus componentes, dejan ver absolutamente todo: el cableado, los drivers y la electrónica interna —detalle que, como buen entusiasta del audio, me ha encantado—. Es una estética técnica y recargada, rematada por una cubierta exterior con motivos de hojas de Ginkgo que le da identidad propia, aunque aquí ya entra el gusto personal de cada uno.

La construcción transmite solidez. A pesar de alojar una arquitectura compleja con seis drivers en su interior, la unidad es sorprendentemente ligera y ergonómica. El modelado de la cápsula encaja de forma natural en el oído y, durante las pruebas, he podido llevarlos puestos en sesiones largas sin notar la fatiga física o la presión que suelen generar otros modelos de este tamaño y gama.

A modo de inciso —aunque viene a cuento—, hay que mencionar el enorme surtido de almohadillas y accesorios que acompañan a estos auriculares. En mi caso particular opté por unas de espuma negra para conseguir una mejor cancelación pasiva de ruido, lo que ha resultado ser todo un acierto para usar los auriculares en entornos urbanos. No funciona igual que una ANC, obviamente, pero es lo suficientemente buena como para tener una experiencia de escucha plácida.

En cuanto a la conectividad, utilizan conectores MMCX, un estándar robusto que permite que el auricular rote para acomodarse mejor. El cable que viene de serie es excelente: un trenzado grueso de plata pura que no se enreda y que denota durabilidad. Lo más práctico es su sistema de clavijas intercambiables, que permite cambiar la terminación del cable de 3,5 mm a 4,4 mm balanceado en cuestión de segundos, eliminando la necesidad de adaptadores externos.

Un detalle funcional a destacar es el interruptor situado en el lomo de cada cápsula. Es un switch físico minúsculo que permite activar o desactivar los drivers electrostáticos. Si bien la idea es buena sobre el papel, en la práctica es tan pequeño que requiere una herramienta para poder usarlo, por lo que no es algo que vayas a estar cambiando constantemente "on the go".

Calidad de sonido

Los FiiO FX15 son unos IEMs que destacan por tener una firma analítica y una orientación altamente técnica | Imagen: Sergio Agudo

Aquí hay bastante tela que cortar. Decía al principio del análisis que estos IEMs no son para todo el mundo, y donde más se nota es al escucharlos. Piensa en ellos, salvando mucho las distancias, como en esos altavoces de gama alta de los que siempre has oído hablar y que, cuando escuchas tu música favorita a través de ellos, cambian tu percepción sobre ella.

Lo que intento decir es que estos IEMs no esconden ninguna cualidad de la música: si hay errores en la mezcla, los vas a ver muy rápido. Si el material de escucha está bien trabajado, vas a llevarte una sorpresa muy agradable. En esencia, no son unos auriculares para escuchar los géneros prosaicos con los que yo suelo trabajar normalmente. Como más partido les vas a sacar es entrando en el terreno audiófilo del jazz o la música clásica.

No obstante, las preferencias de cada uno son las que son. Y trabajando con mis sospechosos habituales puedo decir que la escena sonora es sorprendentemente amplia para unos IEMs. Normalmente en este tipo de auriculares pasa, salvando las distancias, un poco como en los TWS: los instrumentos tienden a "apretarse" mucho y suelen irse al centro de la imagen estéreo, mientras que en unos auriculares de diadema la amplitud de la escena sonora pesa mucho más. Y si bien estos FiiO FX15 no son la panacea, hacen un gran trabajo con la amplitud de la imagen que reciben nuestros oídos.

Lo interesante llega cuando empiezas a desmenuzar cómo se comporta cada parte del sistema trihíbrido. El driver dinámico con diafragma DLC trabaja los graves con mucha más contención de la que esperaba; no es un perfil cálido ni indulgente, sino más bien uno que prioriza el control. El subgrave aparece cuando tiene que aparecer, con un nivel de textura que ayuda a distinguir capas, pero nunca empuja de más. En pistas densas, esta contención evita el efecto “muro” y permite que la zona baja respire.

Los FiiO FX15 son increíblemente cómodos y pueden usarse en sesiones muy largas | Imagen: Sergio Agudo

La transductores balanced armature de Knowles actúan como eje central del conjunto. Aquí los medios se presentan limpios, definidos, con un nivel de articulación que facilita seguir voces y metales sin esfuerzo. No hay saturación ni engrosamiento artificial: es un rango medio que apuesta por la claridad antes que por el cuerpo, algo que a muchos les parecerá un acierto y a otros se les resultará algo transparente de más. Para ciertos géneros —jazz vocal, cuerdas, grabaciones acústicas— funciona especialmente bien.

Y luego están los cuatro drivers electrostáticos de Sonion, responsables de los agudos, del aire de la mezcla y los que más curiosidad me generaban. Son ellos los que marcan el carácter final de estos FX15, para bien y para mal. La extensión es magnífica, con microdetalle en abundancia y una sensación de velocidad en el movimiento del aire y en los transitorios que no encuentras en IEMs convencionales. Pero esa misma capacidad puede volverse excesiva si la grabación está comprimida en exceso o si la mezcla enfatiza demasiado la parte alta del espectro —¿el Black Album con esto? Ni en broma—. Ahí es donde pueden aparecer la brillantez y cierta artificialidad, tal como dije un poco más arriba.

A nivel de coherencia, FiiO ha hecho un trabajo razonablemente bueno para integrar tres tecnologías que, en otros modelos, suelen sonar como piezas separadas. Aquí la transición entre rangos es bastante fluida y las discontinuidades son mínimas. La escena, por su parte, se despliega en anchura con más autoridad de la que cabría esperar en unos IEMs. No llegan al nivel de unos over-ear abiertos, pero la separación lateral y la capacidad para ubicar instrumentos en planos distintos es uno de sus puntos fuertes.

En géneros complejos o muy comprimidos, los FX15 son implacables. No maquillan nada. Si la producción es plana, te lo van a decir. Si hay saturación, lo vas a notar. Por eso no son unos auriculares universales ni indulgentes para escuchar metal extremo o mezclas densas, donde el brillo de los EST puede empujar hacia cierta fatiga. Sin embargo, cuando la grabación acompaña y el material está bien trabajado, estos auriculares ofrecen una escucha extremadamente detallada, rápida y llena de matices que justifica su planteamiento técnico y, en buena medida, su precio.

Detalle del microswitch para encender y apagar los drivers EST | Imagen: Sergio Agudo

También hay que tener en cuenta que no van a funcionar bien con todas las fuentes, especialmente con aquellas que carecen de una entrega de corriente estable o de un circuito de salida limpio. Si los conectas a un dongle DAC solvente, no vas a tener ningún problema. Si los conectas a un DAP con salidas bien construidas y con mucha definición, el rendimiento va a ser óptimo —yo mismo los probé con un HiBy R6 Pro Max—. Ahora bien, usa el conector single-ended con la entrada de auriculares de un teléfono de gama media y el resultado no será tan bueno; es incluso posible que aparezca algo de ruido de fondo debido a las limitaciones del propio circuito de salida.

Un oyente que venga de perfiles más cálidos o de auriculares pensados para un uso generalista puede encontrar el sonido de los FX15 demasiado analítico. Para un oído no acostumbrado a una firma que lo deja todo a la vista, la combinación de agudos extendidos, escena amplia y ausencia de calidez puede interpretarse como un defecto más que como una característica. Es el mismo tipo de sensación que aparece cuando un diseño deliberadamente exigente se percibe como “fallo” simplemente porque no está pensado para resultar cómodo ni para agradar a todo el mundo.

Aquí no hay concesiones: la firma es exigente, prioriza el microdetalle y expone cualquier imperfección de la grabación o de la fuente. Por eso funcionan mejor en manos de usuarios que ya tienen un criterio auditivo definido y saben apreciar este tipo de aproximación tan técnica. Si lo que buscas es una escucha relajada, indulgente o poco crítica, hay alternativas en el mercado que encajan mucho mejor.

Mejores alternativas a los FiiO FX15

A la hora de elegir alternativas para estos auriculares me encontré con dos caminos posibles: recomendar modelos igualmente exigentes o centrarme en opciones más accesibles para quienes prefieren un sonido menos analítico. Para este apartado he optado por la segunda vía, priorizando IEMs que puedan encajar mejor con un oyente generalista sin renunciar a una buena calidad de sonido.

Los primeros de nuestra lista son los Sennheiser IE 100 Pro, unos IEM "puente" que pueden ser muy atractivos si buscas algo de calidad superior sin irte a algo tan analítico como los FiiO FX15. Puedes moverlos fácilmente desde dongle DACs o desde tu teléfono si tiene salida jack de 3,5 mm, son cómodos y versátiles. Además, su perfil sonoro hace un buen trabajo evitando la fatiga auditiva.

Cerramos el repaso a las alternativas con los Linsoul Kiwi Ears Quartet Hybrid IEM, una opción intermedia con un perfil más musical y menos quirúrgico que los auriculares que nos ocupan. Ofrecen un equilibirio muy digno en todo el espectro, con un sonido limpio y natural. Son una gran elección si buscas una mejora apreciable con respecto a unos auriculares corrientes.

Conclusión

Los FiiO FX15 con su caja de transporte y el set de almohadillas de recambio | Imagen: Sergio Agudo

Los FiiO FX15 son un producto que deja muy claro desde el primer momento a quién se dirigen. No son unos IEMs generalistas ni buscan serlo: su arquitectura trihíbrida, la presencia de cuatro drivers electrostáticos y su afinación centrada en el detalle nos ponen ante una propuesta deliberadamente técnica. Esto tiene ventajas evidentes en cuanto a resolución y escena, pero también limita su rango de usuarios potenciales. Son una herramienta para quien quiere escucharlo todo, no para quien simplemente quiere poner música.

Donde brillan de verdad es en su capacidad para revelar matices y en la amplitud de su escena sonora, dos aspectos en los que superan claramente a muchos de sus rivales directos. La combinación entre el driver dinámico de diafragma DLC y la armadura balanceada de Knowles aporta coherencia y control en graves y medios, mientras que los EST imprimen un carácter aireado que, cuando la grabación acompaña, resulta francamente espectacular. No obstante, esa misma extensión en agudos puede dar problemas si la mezcla viene demasiado comprimida o mal tratada.

La construcción es otro de sus puntos fuertes. FiiO ha conseguido crear un producto cómodo, ligero y muy bien acabado a pesar de su complejidad interna. El sistema de clavijas intercambiables, la transparencia de las cápsulas y la calidad del cable de serie son detalles que, en conjunto, justifican parte de su precio. En la práctica, la experiencia de uso es solvente y satisfactoria, siempre y cuando sepas exactamente qué esperar del producto.

Con todo, los FX15 no son unos auriculares que recomendaría a la ligera. Su carácter analítico los hace exigentes con las fuentes y con el contenido, y no funcionan igual de bien con todos los géneros. Para muchos usuarios resultarán excesivos; para otros, en cambio, serán un descubrimiento que marque un antes y un después en su forma de escuchar música. En ese equilibrio entre virtudes y exigencias es donde reside su atractivo real.

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